"El Levante está en Segunda División por una decisión arbitral"

Pablo Sánchez exige respeto después del atraco contra el Espanyol, en un año en el que los errores «caen siempre de nuestra parte»

Pablo Sánchez y Miñambres junto a Maras en su presentación. |

Pablo Sánchez y Miñambres junto a Maras en su presentación. | / Germán Caballero

Rafa Esteve y Monsalve M

El robo sufrido contra el Espanyol fue la gota que colmó la paciencia de un levantinismo harto de vivir tantas situaciones desfavorables. Sin embargo, muchos fueron los que se sintieron abandonados ante el silencio tanto del club como de la institución, pero el presidente, además de no presenciar dicha sensación, opinó durante la presentación de Nikola Maras que la mejor decisión que pudieron tomar fue la de hacer declaraciones en frío. «Primero, en caliente es mejor no hablar. El otro día para mí hablando simplemente de la jugada, era penalti y todo el mundo estábamos enfadado como es lógico, pero yo tengo que guardar las formas como presidente», aseguró.

No obstante, Pablo Sánchez no solo no le encontró explicaciones al cúmulo de errores arbitrales, sino que exigió respeto para un «club centenario». «Hay errores, errores humanos, errores tecnológicos. Es la realidad. Llevamos una temporada, podemos incluso incluir la temporada pasada. Estamos en Segunda por una decisión arbitral. Entendemos que un árbitro se va a equivocar, pero también es verdad que llevamos una temporada en la que las equivocaciones caen siempre de nuestra parte», comentó un presidente que, ante la pregunta de si existe falta de contundencia por parte del club, aseguró que no está de acuerdo. «La respuesta es contundente desde que yo, como presidente, estoy aquí. Hablé con el árbitro después del partido, también con el presidente del CTA ayer. Le expuse lo que pensamos. Es privada pero él no me reconoce que sea penalti. Hacer un comunicado oficial no lo veo necesario porque entre otras cosas no consigues nada».

Además, Felipe Miñambres también mostró su indignación y aprovechó el momento para hacer un profundo análisis sobre la crisis que vive el arbitraje español. «Yo sí hablé en caliente con el árbitro. Él fue muy educado pero yo le dije lo que pensaba. Al final, contra el Alavés aquí tardamos siete minutos en revisar aquella jugada y se tuvo que mirar con microoscopio. Hay tantas cosas que explicar, que ver, que han pasado. Es difícil, para mí resulta difícil. Y no solo el Levante. Un domingo por la tarde viendo partidos te encuentras con decisiones que no te explicas. Debemos ver la forma de mejorar el VAR que está para ayudar. Es una herramienta que yo creo que se está utilizando mal. Nos está perjudicando a todas las personas que estamos en el mundo. Si tenemos tecnología y hay más gente... Estamos ahora peor que cuando no había VAR. Algo debemos hacer».