El alcalde que comenzó limpiando ayuntamientos

Rafa Darijo, primer edil de Benagéber, es también secretario municipal e Interventor en Aras de los Olmos y Titaguas

Pedro Sánchez y Rafael Darijo en una imagen de archivo.

Pedro Sánchez y Rafael Darijo en una imagen de archivo. / L-EMV

Amparo Soria

Amparo Soria

Una vida vinculada al servicio público. Algo así podría resumir el expediente laboral de Rafael Darijo, actual alcalde de Benagéber, el pequeño municipio de la Serranía que cuenta con 190 habitantes y donde terminó por una carambola del destino. Darijo es secretario municipal e interventor por las mañanas y primer edil por las tardes desde que ganara las elecciones en 2007. Lleva cuatro mandatos con la vara de mando y se presenta a por el quinto, pero es solo una parte de los 40 años que lleva vinculado a la Administración Local.

Darijo bromea con que conoce los ayuntamientos desde lo más bajo, porque su madre trabajaba como personal de limpieza del consistorio de Benaguasil y de las escuelas "y yo limpiaba con ella". Allí nació y se crio y sus primeros pasos en política los dio en este municipio del Camp de Túria, donde fue concejal y diputado provincial en 1983 por el PSPV, un partido donde hoy es un histórico. A partir de ahí, se preparó la oposición del Ministerio de Hacienda para ser secretario-interventor y agrupó dos plazas en una: la de Titaguas y la de Aras de los Olmos. "Con el ahorro que supuso para cada ayuntamiento quitarse el sueldo completo de ese cargo, se creó una plaza de auxiliar administrativo, y yo he llevado siempre los dos ayuntamientos", explica Darijo.

Pero no solo se queda en la Serranía su cargo, ya que cubre bajas en ayuntamientos de toda la provincia. Carcaixent, Requena, Serra y recientemente Albal, ayuntamientos donde, asegura, "nunca me he llevado mal con los alcaldes o alcaldesas de ninguno de los consistorios donde he trabajado", despejando cualquier atisbo de mala relación entre los secretarios o secretarias municipales y los primeros ediles. De hecho, remarca que "donde trabajo, nunca hago política, y prueba de ello es que tengo grandes amigos alcaldes del PP, porque una cosa diferente es la política, que ejerzo en mi término municipal".

Que terminara viviendo en Benagéber fue una sucesión de casualidades: su hijo fue diagnosticado de asma y le recomendaron vivir en algún sitio por encima de los 100 metros sobre el nivel del mar. Se fueron a Sinarcas y de ahí, terminaron por vivir en Benagéber, donde compraron una casa. Allí entró a formar parte de la política municipal y ganó las elecciones en 2007, una forma de cerrar el círculo político que comenzó: su primer acto como diputado provincial, con Joan Lerma como President de la Generalitat, fue en la inauguración del Ayuntamiento de Benagéber donde 25 años después es él el alcalde.

Un cargo que le inspira

Como parece evidente, Darijo confirma que tiene que cambiar de vehículo cada tres años, porque hace 40.000 kilómetros cada año laboral entre Benagéber, Titaguas, Aras de los Olmos, València o Benaguasil. Sin embargo, precisamente el trabajar en tantos ayuntamientos y tan variados ha servido de inspiración para que el alcalde implemente nuevas medidas o proyectos en el munidipio. "Todos los pueblos son una inspiración y en Benagéber tenemos mucho margen de inversión: disponemos de 1,4 millones al año para 180 habitantes", dice. De hecho, solo de la Diputación de València, a través de subvenciones a las que han optado, han percibido 1,5 millones de euros en la última legislatura. En este caso, la falta de personal para gestionar esos fondos no es una demanda, sino que con el administrativo y auxiliar administrativo que trabajan en Benagéber sobra para gestionar este dinero.

Asegura que en los ayuntamientos pequeños la gestión es mucho más rápida y eficaz: "Menos enterrar muertos, yo he hecho de todo en los consistorios donde he trabajado"

"En los pueblos pequeños se gestiona mucho más rápido, ágil y fácil que en un ayuntamiento grande, siguiendo los mismos pasos en los dos", asegura. Lo alude a que los funcionarios públicos en ayuntamientos menores están dispuestos a hacer cualquier cosa, sin derivar la gestión a ningún compañero. "En mi caso, yo hago de todo... menos enterrar muertos, lo he hecho todo en los ayuntamientos donde he trabajado", dice Darijo entre bromas.

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