El Marge Roig, en la playa de la Marineta Cassiana de Dénia, se convirtió ayer en el río Jordán, donde San Juan bautizó a Jesucristo. Pero no hace falta irse tan lejos. Este tramo litoral guarda muchas historias de religiosidad. Aquí, de hecho, está el Cementeri dels Anglesos, un camposanto protestante que ahora está abandonado y tiene un cierto aire fantasmagórico. Además, en el Marge Roig, se celebró hace ahora 93 años el primer bautismo colectivo de la iglesia evangélica de Dénia. Esta comunidad celebra ahora sus cien años. A los siete años del primer culto, tuvo lugar el primer bautizo colectivo. No fue fácil. El pastor Antonio Calero contó ayer que la Guardia Civil impidió hasta tres veces que se celebrara. Al final se realizó «a escondidas». Los fieles, recordó Calero, quedaron por la noche y, al amanecer, recibieron el bautismo. El misionero sueco Teófilo Wickman sumergió uno a uno a once vecinos de Dénia.

Anoche se repitió el ritual. Han pasado 93 años y muchas cosas han cambiado. La prohibición es cosa del pasado. La ceremonia de ayer reunió a más de doscientas personas. En cien años, la iglesia evangélica La Trinidad ha arraigado con fuerza en Dénia. Los pastores Antonio Calero y Jorge Pastor invitaron a la concejala de Cultura, Pepa Font, a descubrir una escultura de hierro realizada por el artista Toni Marí. Representa ese momento del bautismo y está a un paso del olvidado Cementeri dels Anglesos. Font destacó el espíritu tolerante de Dénia.

Luego llegó el bautismo. Veinticinco personas, todas ellas vestidas de blanco inmaculado, entraron en el agua. Jorge Pastor los fue bautizando uno a uno. Les preguntaba si estaban preparados para recibir este sacramento y cuando contestaban que sí los sumergía completamente. La primera en recibir el bautismo fue Angelines, una vecina de 80 años. Jorge Pastor se emocionó cuando metió bajo el agua a su nieta. Recordó que la niña desciende de los fundadores de la iglesia evangélica de Dénia. Tyler, un norteamericano, también se bautizó anoche en Dénia.

El Marge Roig retrocedió ayer 93 años. Pero con la diferencia de que ya nadie se escondió, ni esperó a hurtadillas a que despuntara el día para abrazar el credo evangélico.