El urbanismo recupera el pulso y eso también se nota en los ingresos del Ayuntamiento de Dénia. El gobierno local (PSPV y Compromís) presupuestó en 2016 unos ingresos de 630.000 en ICIO (Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras). Se quedó corto. Ha recaudado 1.061.000 euros. El concejal de Hacienda, Paco Roselló, y el vicealcalde, Rafa Carrió, convinieron ayer que ese plus en ingresos urbanísticos co0firma que la actividad está remontando y que se invierte en Dénia.

Ambos anunciaron ayer que la liquidación del presupuesto del pasado año ha dejado un superávit de 7,5 millones. Pero el ayuntamiento no se puede dar ninguna alegría económica. El gobiernpo local ha logrado reducir de 29,3 a 25,6 millones la deuda con los bancos. Ahora destinará 3,5 millones del superávita a cancelar el préstamo que el consistorio suscribió en 2012 para hacer frente al plan de pago a proveedores.

Ese préstamo es una losa. Al ayuntamiento le quedan por pagar 6,3 millones. Roselló confía en cancelarlo en 2018. Entonces Dénia se librará del plan económico financiero que ahora no le deja ningún margen para acometer inversiones.

Tanto el edil de Hacienda como Rafa Carrió subrayaron que el gobierno local no ha optado por la vía fácil de subir impuestos. Por contra, sí se está esforzando en reducir gastos. La factura eléctrica la rebajó el pasado año en 300.000 euros. También los gastos financieros los ha recortado al amortizar deuda y quitarse de encima intereses. «Estamos llevando a cabo un control exhaustivo de los gastos», recalcó Carrió.