No se podrá mover una piedra. La ordenanza de ruidos de Calp ya prohibía que en agosto se utilizara maquinaria pesada en las obras. Pero ahora se modificará ese texto para garantizar el descanso de los vecinos y turistas. La nueva normativa vetará todo tipo de obras de urbanización, construcción o edificación en suelos urbanos de uso residencial. Las obras, tanto las privadas como las públicas, se paralizarán, por tanto, en agosto. Eso sí, quedan libres de la prohibición los trabajos de interés público y los urgentes. La actividad urbanística ha cobrado fuerza otra vez en este municipio.