El rastro de Xaló va camino de convertirse en un mercadillo más. El PSPV quiere evitarlo. Ha advertido de que de las 174 paradas ya sólo 74 son de anticuarios. Las antigüedades van a menos mientras que aumentan los puestos de vestidos de sevillana, manteles, ropa, relojes o baratijas varias. Los socialistas han pedido ya en dos plenos que se fomente la participación de anticuarios. También plantean que los dueños de las paradas puedan abonar la tasa mediante transferencia o por el banco. Ahora un trabajador municipal recibe en mano el pago. Y el ayuntamiento ingresa al año por el rastro 104.000 euros. También propone el PSPV ofrecer bonos a los anticuarios para fidelizarlos. Y plantea también poner en marcha una aplicación para controlar e identificar a los vendedores y controlar si han pagado la tasa. Los socialistas han plasmado estas propuestas en una moción. Pero el gobierno de Compromís la rechazó en el último pleno.