Ella se quita importancia. No quiere protagonismo. Califica de «anécdota» que el domingo se convirtiera en la primera mujer que en 252 años lleva la imagen del Nazareno, la más venerada en Xàbia junto a la Mare de Déu de Loreto. «Lo que sí quiero es expresar mi eterno agradecimiento a los costaleros. Les pedí que me dejaran portar la imagen para cumplir una promesa y ellos accedieron», explicó ayer Chus, la vecina de Xàbia que sin pretenderlo ha hecho historia.

«Soy devota del Nazareno desde que nací», confiesa. Como tantos otros vecinos se encomendó a la imagen. «Sí, lo que pedí se ha cumplido y me tocaba a mi cumplir mi promesa».

En principio, esta vecina sólo iba a cargar con la imagen en el trayecto de su calle, que es, precisamente, la de Jesús Nazareno. «Pero los costaleros me vieron bien y decidida y me preguntaron si quería seguir hasta la ermita». Chus, que corre maratones y hace deporte prácticamente todos los días, se sintió con fuerza. «Me sentí muy orgullosa y emocionada cuando llegamos a la ermita del Calvario. Hoy (por ayer), eso sí, estoy molida», afirmó.

Esta procesión, la de la subida del Nazareno a la ermita del Calvario, de gran fervor en Xàbia, discurre cuesta arriba. La rampa que da a la monumental puerta del Via Crucis tiene una fuerte pendiente. El posterior zigzag que lleva hasta el templo también está empinado. «Ese tramo se hace aprisa, y la imagen pesa mucho. Pero merece la pena, sin duda. En ese momento no estaba cansada», aseguró Chus.

La devoción al Nazareno comenzó en Xàbia hace 252 años cuando llegó la imagen original. Es la fiesta de más sentimiento religioso del municipio. Va cambiando. Hace ya años, cuando los jóvenes todavía hacían el servicio militar, eran los quintos del nuevo reemplazo los que cargaban con la imagen Calvario arriba.