No hay pueblo en la Marina Alta que se libre de los vertidos de residuos. Junto a los contenedores de basura aparecen, tirados de cualquier manera, enseres domésticos (abundan los colchones). Los incívicos campan a sus anchas. También han arrojado escombros, garrafas vacías de fertilizante y bolsas de plástico repletas de restos de poda junto a la N-332 entre los términos municipales de Dénia y Teulada.