Basta que caigan cuatro gotas para que los pasos de peatones de Calp se conviertan en una pista de patinaje. Numerosos vecinos han dado con sus huesos en el suelo. El ayuntamiento ya no quiere más resbalones ni caídas. Ha comenzado los trabajos para aplicar una capa antideslizante en los pasos de cebra. Actuará en prácticamente todas las calles del casco urbano. Tienen bastante pendiente y los pasos de peatones son muy escurridizos.