Los vecinos de Calp miran a un lado y otro. La carretera es un continuo ir y venir de coches. La cruzan a la carrera y jugándose el tipo. Y esto ocurre en pleno siglo XXI. Sí, es surrealista. Para llegar a pie a la estación del tren, los vecinos de Calp tienen que arriesgarse a cruzar la N-332.

El senador de Compromís Carles Mulet comprobó ayer "in situ" el peligro de esta carretera. Es urgente construir una pasarela para que los vecinos pasen de un lado a otro con plena seguridad.

"Hemos decidido tomar cartas en el asunto", dijo el portavoz de Compromís en Calp, Ximo Perles, que advirtió de que ver a los peatones cruzar corriendo una carretera nacional es "retroceder un siglo".

Mientras, Mulet anunció que llevará al Senado una pregunta para saber que está haciendo el Gobierno para que se construya este paso peatonal elevado. Lo que se sabe es que no hay partida en los Presupuestos Generales de 2021 y que el Ejecutivo llegó a adjudicar la obra, pero la empresa contratada ha dado la espantada.

"¿Cómo es posible que una empresa no cumpla con lo firmado y no haya ninguna consecuencia?", se preguntó el senador, al tiempo que observaba, estupefacto, cómo los viajeros del tren cruzaban con mil ojos de un lado a otro de la carretera.