Las antiguas «toscas» se cotizan. En 1972, se prohibió extraerlas de las dunas fósiles del litoral del Primer Muntanyar. Los sillares se sacaban desde la época de los romanos. La Cova Tallada debe su peculiar «arquitectura» a que fue la cantera en la que se «cortaron» los sillares de la iglesia gótica de Sant Bertomeu de Xàbia.

Las viejas toscas son tan preciadas que ha surgido el negocio de la venta clandestina. Los ladrones las expolian de casas abandonadas y de muros. En un restaurante que lleva años cerrado que está junto a la carretera de Xàbia a Benitatxell, han desaparecido todas las «toscas» que coronaban sus muros perimetrales.

Prueba de ese comercio de matute es la operación que ha llevado a cabo la Guardia Civil de Xàbia en los últimos días. Ha identificado a dos hombres y una mujer de nacionalidad española y de 42, 35 y 43 años como presuntos autores de un delito continuado de hurto de piedra tosca y de estafa. Vendían los sillares a una chatarrería de Dénia. Los agentes han recuperado 50 «toscas».

La arquitectura de la tosca es característica de Xàbia. Los «tosqueros» utilizan piedra artificial o la que se trae de Menorca (se conoce como marés). Pero la antigua es la más codiciada. Se pueden obtener sillares cuando se demuele una casa antigua. Mientras, los ladrones saquean muros y entran en parcelas donde sus dueños guardan este pétreo tesoro.