El urbanismo en la cala de la Granadella va a golpe de sentencia. La nueva concejala de Urbanismo de Xàbia, Pepa Gisbert, ha ordenado ahora a uno de los bares que tire unas obras ilegales (unos pilares de ladrillo macizo para una terraza elevada) y corrija un desmonte que alteró el nivel natural del terreno, rompió márgenes de piedra en seco y supuso arrancar árboles. El bar que hizo estas obras sin licencia era el Llebeig (ahora tiene nuevos responsables y se llama Bandideta).

La actual concejala se ha tomado muy en serio la sentencia del TSJ que obliga a restaurar la legalidad urbanística. Ya no cabe más recursos. El Supremo rechazó los que presentaron los dueños y el ayuntamiento.

El pleito contra este bar y contra otros de la Granadella lo presentó el exconcejal de Urbanismo, Vicent Ortolá, quien no está dispuesto a dejar pasar ni una en este tramo de costa. Ha acudido a los tribunales para meter en vereda a los locales y también al ayuntamiento, que detectó las irregularidades en 2002 y 2003, pero no abrió expediente urbanístico. Lo incoó el pasado mes de julio la entonces concejala de Urbanismo, Isabel Bolufer.

El ayuntamiento ya avisa a los dueños del antiguo Llebeig que si no demuelen lo construido sin licencia les impondrá multas coercitivas de entre 600 y 3.000 euros.