Hace ya 47 días que se produjo el incendio en la planta de transferencia de residuos verdes de Ramblars de Xàbia. 47 días en los que el montón de residuos sigue ardiendo en una lenta combustión que produce una densa humareda. Según el viento, llega a Xàbia, Poble Nou de Benitatxell o se adentra en el interior hacia Gata de Gorgos.

El fuego comenzó tras unos días de lluvia, y en un primer momento fue controlado por los Bomberos, pero las miles de toneladas de restos de los jardines de Xàbia, que puede alcanzar las 16.000 anuales, siguen ardiendo silenciosamente.

Las llamas no se ven, pero la columna de humo es visible en todo el valle que forman Xàbia, Gata y Benitatxell. El Montgó protege a Dénia de recibir el olor, que inunda todo el valle cada mañana, es un olor pestilente. En el antiguo vertedero aparte de restos verdes también hay otros restos no tan verdes.

Los expertos aseguran que se debe esperar a que se apaguen todas las llamas, y de ahí que siga activo después de tantos días.

Ese olor tiene preocupado a los vecinos. Los que viven junto a la planta no pueden abrir las ventanas, otros, los de la zona del Camí de Cabanes y el campo de Golf tampoco, el viento casi siempre sopla hacia sus viviendas. Conviven con el olor y están preocupados por la calidad del aire.

Por este motivo, algunos vecinos han pedido al Ayuntamiento que analice «el grado de toxicidad», según consta en un escrito que han presentado en el registro de entrada municipal y a cuyo contenido ha tenido acceso Levante-EMV.

Estos vecinos comparan la humareda con «una nube tóxica» y se muestran indignados «con la gestión» que ha llevado el gobierno local al respecto. Además afirman que se sienten «impotentes ante este atropello».

Piden explicaciones al gobierno local y acciones. Otra vecina ha iniciado una recogida de firmas en una conocida plataforma online para reclamar a la Conselleria de Sanitat, y a la de Medio Ambiente, a que intervengan en el asunto.

En su solicitud, aseguran que «está afectando a la salud de las personas, por las alergias y porque no se puede ventilar las casas», igualmente subrayan que aquellos que suelen practicar deporte por el entorno del antiguo vertedero «están llenando sus pulmones de veneno».

Explicaciones también se han pedido en el ámbito político. En el último pleno del año tanto Compromís como Ciudadanos, interpelaron a la concejala de Servicios, Kika Mata al respecto. El edil nacionalista, Vicent Colomer, afirmó que era «imperdonable» que siga activo el fuego «desde el punto de vista de la salud, el medioambiente y la ética».

También lamentó que no se hubiera ofrecido explicaciones. Esto último fue rechazado por la propia Mata, quien alegó que si había dado explicaciones «tanto a vecinos, como entidades y empresarios de la zona».

La concejala aseguró que la solución pasa por el Consorcio de Residuos y reconoció que «hace 20 años que se debía haber resuelto». Pero ese punto no ha llegado y además la empresa que presta el servicio, lo hace en precario.

El contrato caducó hace dos años y lleva en concurso público desde mayo de 2020, con recursos cruzados de las empresas aspirantes y el Ayuntamiento. Y mientras la montaña de residuos ardiendo y humeando.

Ciudadanos pide el acceso a los expedientes

Ante la falta de información y de explicaciones del gobierno local y en particular de la concejal responsable, el portavoz de Ciudadanos en Xàbia, Enrique Escrivá ha presentado una serie de peticiones de documentación al Ayuntamiento con el fin de averiguar y esclarecer las causas del incendio.

Escrivá anunció esta solicitud en el pleno, ya que según afirmó no ha podido preguntar en la Comisión de Urbanismo, primero porque Mata «no acude» y segundo porque «se convocan con carácter extraordinario» y no hay apartado de ruegos y preguntas para la oposición.