El invierno invade la primavera. Es el signo de los tiempos. En la Marina Alta, además de lluvia pertinaz, pero no torrencial, rachas de viento que hoy han alcanzado los 55 km/h en el Arenal de Xàbia y el Montgó y temperaturas desusadamente bajas (las máximas no han superado los 14º), hay temporal marítimo.

El oleaje en la cala de la Barraca. A la derecha, la rampa que sube al restaurante A. P. F.

El fuerte oleaje lleva ya una semana golpeando la costa. Y se nota. El mar está desfigurando las playas. Remueve la grava y se traga la arena. Cuando amaine el temporal, los ayuntamientos tendrán que afanarse en nivelar las playas y ponerlas a punto para el inicio de la temporada turística (la Semana Santa y la Pascua).

Las olas golpean la cala de la Granadella A. P. F.

El mar ruge con furia en toda la costa. Las calas de la Barraca y la Granadella, en Xàbia, ofrecen ahora una estampa desangelada y que dista mucho de la amable del verano. Las calas de tranquilas aguas turquesas son un estrépito de olas que se estrellan contra los acantilados y las rocas y que crepitan al retirarse.

El mar rompe en la cala de la Barraca A. P. F.