Salvar el poco patrimonio hidráulico que se conserva en la Marina Alta es una prioridad. Lo mismo da si se empieza por el tejado.

El Ayuntamiento de Ondara ha recibido una ayuda de 40.000 euros del plan de la Diputación de Alicante para rehabilitar monumentos de titularidad municipal e iglesias. El Molí Coví es un templo del agua. Esta aceña del siglo XVIII es una joya del patrimonio hidráulico del río Girona. La subvención se destinará a cambiar su cubierta. El proyecto sube a 62.081 euros. El consistorio quiere, además de salvar de la ruina este antiguo molino, crear en su entorno un parque fluvial. Será un agradable lugar con árboles y vegetación típicos de ribera. Se creará una zona de barbacoas y de pícnic. También se dotará al parque de lavabos.

El molino, que conserva tres muelas y parte de su maquinaria, se rehabilitará y será visitable.

El Molí Coví es un vestigio único. Es el único molino que se ha conservado en la cuenca del río Girona. En la edad media, se construyeron 16 aceñas, que funcionaron hasta el siglo XIX. Esta partida de Ondara (Vinyals) está repleta de acequias abandonadas.

El aprovechamiento ancestral del agua ha dejado «monumentos» ahora olvidados y que conviene recuperar. Los molinos transforman la fuerza del río en energía civilizadora. El Girona es más conocido por ruinas que revelan su fuerza indómita. La presa d’Isbert nunca llegó a funcionar (el agua se filtraba) y el arco salvado del puente de Beniarbeig, que se llevó la riada de 2007, evoca la violencia de las lluvias y el agua.