Un mirador que se asoma a una cala desaparecida, la del Tangó, y cuya regeneración es ya una quimera. La conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad ha concluido las obras de refuerzo del dique del puerto de Xàbia. Ha colocado grandes piedras de escollera de 4,5 toneladas. Esas rocas «sepultan» el tramo litoral donde hace años existía una cala de cantos rodados. Los temporales y los desprendimientos se la tragaron. Las grandes piedras también protegen el restaurante en el que entraba el mar a cada nueva tempestad.

Las obras sí han recuperado el mirador que destrozó el temporal de enero de 2017 y que luego terminó de hacer añicos la borrasca Gloria de 2020. Ha reconstruido la losa de hormigón y ha colocado una barandilla de madera y cuerdas. El mirador se asoma al abrupto litoral del cabo de Sant Antoni. De momento, no se ha habilitado un acceso a esta costa. Para pasar hay que saltar de roca en roca.