La moda de los bancos fúnebres llega al paseo del Muntanyar de Xàbia

Xàbia es un destino para el recuerdo. Los paisajes son de esos que se quedan grabados en la retina. Ya hace años que va a más la moda de dedicar bancos públicos a fallecidos. Uno de los primeros fue el que se erigió (un banco pétreo) en lo alto del Cap de la Nau en memoria de un residente británico que murió allí mismo al sufrir un infarto. Desde entonces, familiares y amigos de difuntos colocan en bancos placas en recuerdo de alguien que se ha ido. Una de estas placas se ha atornillado en un banco del paseo del Primer Muntanyar. Los transeúntes se paran extrañados al ver la plaquita dorada y, al leerla, caen en la cuenta de que el banco en el que quizás se sientan a descansar (no eternamente, sino por un rato) y contemplar el mar guarda una historia de duelo y memoria.