Un cortafuegos abierto ahora en el Montgó destapa vestigios de la Guerra Civil en Dénia

Lo de desbrozar la historia es esta vez literal. Dénia se afana en abrir cortafuegos en el linde del parque natural del Montgó y en el litoral de les Rotes. Crea fajas de protección en la interfaz urbano-forestal, que es donde los chalés se echan encima de la montaña. Uno de los cortafuegos abiertos ahora es el de la partida conocida como la Venta del Burro (en el inicio de la carretera de les Planes que conecta por el Montgó Dénia y Xàbia). Se ha desmalezado un cerro que fue estratégico en la Guerra Civil. Allí se halla un importante conjunto de arquitectura militar construido por el Gobierno de la República en 1938 para defender la línea costera de Dénia de los bombardeos de cruceros franquistas como el Canarias, el Baleares o el Almirante Cervera.

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Bien de Interés Cultural

Los vestigios, protegidos como Bienes de Interés Cultural (BIC), estaban ocultos por la espesura. Arbustos y sobre todo pinos (los incendios en el Montgó han provocado que los pinos rebrotes por doquier y formen impenetrables pinadas muy proclives a volver a arder) tapaban el búnker de telemetría, el polvorín abovedado que baja a 5 metros de profundidad, un refugio de 14 metros de largo y una plataforma circular de artillería. Existe otra plataforma que se encuentra dentro de una parcela privada de 19.666 metros cuadrados; está muy dañada.

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Estas construcciones son ahora visibles. El desbroce también permite vislumbrar el paisaje tradicional de abancalamientos y muros de piedra en seco. La proliferación de pinos se lo había tragado.

Este conjunto de construcciones de defensa de la costa es de los pocos que se ha salvado en la Comunitat (solo quedan vestigios similares en Santa Pola y Sagunt). En el Portitxol de Xàbia, hubo también plataformas de artillería. Hace años que la piqueta las borró del mapa. La destrucción de este patrimonio (de las casamatas solo se conservan las ruinas) fue contumaz hasta que no hace tanto se reivindicó la memoria histórica y estos vestigios se declararon Bien de Interés Cultural