La vida rebulle en el Montgó: el parque natural quiere ser reserva entomológica
Los insectos y, sobre todo, las abejas son esenciales para la polinización y la conservación de las 650 especies de flora
La vida minúscula rebulle en el Montgó. Bichos, sí. Hormiguean, zumban, aletean, liban... y son esenciales para la biodiversidad de un parque natural que cuenta con 650 especies de flora. Sin polinización no hay riqueza botánica.
El Montgó quiere ser reserva entomológica. La Asociación Española de Entomología creó esta figura en 2012. Preserva áreas que destacan por sus poblaciones de artrópodos singulares, endémicos o amenazados. También se concibió para proteger parajes cuyo equilibrio natural depende de los insectos.
El Montgó con lupa
La asociación sin ánimo de lucro El Racó de l’Abella ha propuesto a la dirección del parque del Montgó realizar los estudios de entomofauna. El objetivo es pedir que el parque natural sea una reserva de protección de insectos. Ya hay proyectos que van en esta línea como el de apicultura ecológica de Eduardo Fernández.