La vida rebulle en el Montgó: el parque natural quiere ser reserva entomológica

Los insectos y, sobre todo, las abejas son esenciales para la polinización y la conservación de las 650 especies de flora

Dos mariposas entralazadas y apareándose en el Montgó

Dos mariposas entralazadas y apareándose en el Montgó / A. P. F.

Alfons Padilla

Alfons Padilla

La vida minúscula rebulle en el Montgó. Bichos, sí. Hormiguean, zumban, aletean, liban... y son esenciales para la biodiversidad de un parque natural que cuenta con 650 especies de flora. Sin polinización no hay riqueza botánica.

Imagen de los años 90, cuando la apicultura florecía en el Montgó y las polinizadoras abejas se hacían notar

Imagen de los años 90, cuando la apicultura florecía en el Montgó y las polinizadoras abejas se hacían notar / Enric Martínez

El Montgó quiere ser reserva entomológica. La Asociación Española de Entomología creó esta figura en 2012. Preserva áreas que destacan por sus poblaciones de artrópodos singulares, endémicos o amenazados. También se concibió para proteger parajes cuyo equilibrio natural depende de los insectos.

La asociación sin ánimo de lucro El Racó de l’Abella ha propuesto a la dirección del parque del Montgó realizar los estudios de entomofauna. El objetivo es pedir que el parque natural sea una reserva de protección de insectos. Ya hay proyectos que van en esta línea como el de apicultura ecológica de Eduardo Fernández.