El valenciano que ha viajado a los polos para saber más de las medusas: "No son nuestros enemigos"

Joan Soto Àngel, del departamento de Historia Natural de la Universidad de Bergen (Noruega), abre en Xàbia las jornadas de divulgación científica del IROX

Ha participado en expediciones científicas al Ártico y a la Antártida y advierte que los temidos invertebrados marinos son "imprescindibles" en los ecosistemas y ayudan a entender cómo funcionan los océanos

El investigador Joan Soto Àngel, durante su conferencia en Xàbia

El investigador Joan Soto Àngel, durante su conferencia en Xàbia / Santiago Thevenet

Alfons Padilla

Alfons Padilla

¡Medusas! Es mentarlas y sentir una intensa comezón. El turismo de 'sol y playa' las odia a rabiar. Pero la comezón que experimenta el investigador valenciano Joan Soto Àngel es de otra naturaleza. Es científica. "Conocer es estimar", afirma este biólogo marino y doctor de Biodiversidad por la Universitat de València. "Las medusas no son nuestros enemigos. Son imprescindibles en los ecosistemas y nos pueden ayudar a entender cómo funcionan los océanos".

Joan Soto Àngel es uno de los muchos investigadores valencianos que se ha tenido que buscar la vida fuera. Trabaja en el departamento de Historia Natural de la Universidad de Bergen (Noruega). Este viernes ofreció en Xàbia la primera charla de las jornadas de divulgación científica del IROX (Institut de Recerca Oceanogràfica de Xàbia). Asistió un númeroso público ávido de saber más de esos fascinantes seres que espantan a los bañistas que invaden en tropel las playas.

El ciéntifico experto en biodiversidad marina junto al presidente del IROX, Xavier Pascual

El ciéntifico experto en biodiversidad marina junto al presidente del IROX, Xavier Pascual / Santiago Thevenet

El investigador completó el pasado año un periplo extraordinario. Viajó al polo Norte y al polo Sur, a los confines del mundo. Se enroló en dos expediciones científicas con el propósito de saber más de las medusas, los ctenóforos y los cnidarios.

La ciencia desmonta prejuicios. También ayuda a superar el maniqueísmo. La palabra del año 2023 para la Fundación del Español urgente fue “polarización” en la acepción repetida hasta la náusea de confrontación y crispación. Joan Soto Àngel habla de la “polaridad” en su sentido geográfico que alude a la investigación de las “intrigantes” especies que habitan tanto en el Ártico como en la Antártida. También revela que Netflix ha contactado con él para un documental con la tesis de “ganan las medusas y pierden los osos polares”. Les ha intentado persuadir de que estos reduccionismos no son nada científicos. “Hoy por hoy no podemos responder a la pregunta de si están aumentando las poblaciones de medusas”, advierte.

La experiencia de este investigador es insuperable. Participó en una expedición científica de tres meses en la Antártida. Navegó a bordo de un buque oceanográfico y rompehielos alemán y visitó al base Neumayer. Documentó 55 especies de medusa, “la mayor abundancia nunca registrada en aguas polares”. Regresó exhausto. La investigación en las aguas y regiones polares se realiza en condiciones extremas. Sin embargo, le surgió en seguida la oportunidad de sumarse a la tripulación de un barco oceanográfico noruego. No se lo pensó dos veces. La expedición fue de tres semanas. Halló especies de medusas que hacía 40 años que no se veían y que se creían extinguidas. Y también se maravilló con el “unicornio” que quieren contemplar quienes viajan al Ártico: el oso polar.

Amadeu Ros y Joan Soto Àngel

Amadeu Ros y Joan Soto Àngel / Santiago Thevenet

Las medusas son fascinantes. Las hay, explica el investigador, microscópicas y de 50 metros de longitud. Algunos ctenóforos son los animales más antiguos de la evolución que han sobrevivido hasta ahora. También existe una especie de medusa que escapa de la muerte ya que puede reiniciar su ciclo vital. La inmortalidad, la última frontera que quiere conquistar el ser humano. "¿Pero es que queremos vivir 300 años?", ironiza Joan Soto Àngel.

Al investigador también le hacen reír esas absurdas clasificaciones de animales inútiles que sitúan a las medusas a la cabeza. Estos seres aportan nutrientes en mares y océanos y son claves en el equilibrio natural. Así que el turismo de ‘sol y playa’ ya puede pensárselo dos veces antes de abominar de las increíbles medusas.