Alcalalí "trenza" llata, tradición y paisaje

El Feslalí, el gran festival de febrero en la Marina Alta, se reinventa y reivindica la artesanía del «margalló»

La tradición sostenible de la llata

La tradición sostenible de la llata / Levante-EMV

Alfons Padilla

Alfons Padilla

«El febrer és Alcalalí». Ese lema ha hecho fortuna. Ya no se concibe ese mes en la Marina Alta sin el Feslalí, un festival que nació para reivindicar el paisaje y la agricultura de la almendra y que se ha tenido que reinventar tras los estragos que ha causado en el campo la plaga de la «Xylella Fastidiosa». El festival llega ahora a su octava edición. Comienza este sábado con el ya consolidado maratón fotográfico (los participantes captan los preciosos paisajes del municipio) y con el paseo y taller «plantem margallons i fem taller de llata».

Sí, es el momento de dar valor y recuperar la artesanía de la llata (trenzar el palmito). Alcalalí, al igual que pueblos como Pedreguer y Gata de Gorgos, quiere rescatar esta tradición que permite crear capazos, «barxes» o alfombras absolutamente sostenibles. Ya hay muchos vecinos de la Marina Alta que van a comprar con el «cabasset» y pasan de las bolsas de plástico.

Mientras, el domingo tendrá lugar una ruta etnobotánica y taller de «bones herbes: usos i virtuts».

El Feslalí llena de actividades todos los fines de semana de febrero. «Trenza» tradición, paisaje y cultura. Y la gastronomía es excelente.