Calp creará fajas de protección de 30 metros junto a las casas pegadas a las pinadas

Interfaz urbano-forestal. La expresión ha hecho fortuna. Define esas zonas en las que los chalés y las masas forestales están «revueltos». Ha ocurrido que se han construido viviendas junto a los bosques y dentro de ellos y también que han crecido pinadas densísimas donde antes había cultivos (se abandonan). El caso es que en Calp pasa lo que en todos los pueblos de la Marina Alta. La interfaz urbano-forestal quita el sueño. Allí los incendios forestales ponen en peligro a los vecinos.

El pleno ha aprobado ahora la cartografía urbano-forestal. Lo exige la Generalitat. Es una herramienta imprescindible. Localiza las urbanizaciones y viviendas que están más expuestas al fuego. Allí hay que crear fajas de protección de 30 metros. No significa arramblar con los árboles, sino realizar clareos y desbroces, lo que se llama silvicultura preventiva.