Escaso y poco eficiente: la realidad del transporte público en la Marina Alta

Un diagnóstico preciso y necesario. Y absolutamente oportuno. Ahora que se cumplen 50 años sin el tren Gandia-Dénia (y la Marina Alta se entrega a la nostalgia), un grupo de jóvenes estudiantes ha salido a la calle, ha hecho trabajo de campo, ha preguntado y ha dibujado una radiografía reveladora del transporte público en la comarca. Arnau Ballester, uno de los autores de la «encuesta de valoración de la red comarcal de servicio público de transporte», explica que su profesor de trabajo de campo en el grado superior de marketing y publicidad en el instituto Historiador Chabàs de Dénia les planteó investigar algún problema de la comarca.

«Decidimos abordar el transporte público, cómo suele moverse la gente en la Marina Alta, haciendo hincapié en el ocio nocturno y la movilidad hacia los centros médicos. Sabemos la gran barrera que existe para las personas mayores cuando tienen que ir al médico, sobre todo en los pueblos más alejados», señala Arnau.

La investigación constata que el transporte público es escaso y poco eficiente. Una de las preguntas que lanzaron los alumnos fue la siguiente: «¿Consideras que si en tu zona hubiera más opciones de transporte público la gente lo usaría más frecuentemente?». Un 89,5 % de los encuestados respondió que sí.

Los alumnos realizaron la encuesta a 468 personas. Es un universo demoscópico que le otorga validez, que retrata con rigor la realidad.

Otro dato destacado: el 68,8 % de los encuestados opina que los ayuntamientos de la Marina Alta deberían ponerse las pilas y solucionar los problemas de la red pública de autobús y tren.

A la pregunta de qué medio utilizan los vecinos para desplazarse, un 67,5 % responde que el coche. Mientras, el 10,9 % se mueve en autobús, el 10,3 en el Tram (de Benidorm a Dénia y único ferrocarril de la comarca), el 7,5 % en motocicleta, el 3,4 % en bicicleta y el 0,4 % en taxi.

El motivo principal para utilizar el transporte público son los estudios (un 34,5 %). Para ir al trabajo, se suben a un autobús o al Tram el 21,6 % de los encuestados (un porcentaje bajísimo) y por motivos de ocio el 20,7 %.

La red de transporte suspende claramente. Un 68,6 % de los encuestados le dan una nota inferior al 5. Y a la pregunta de si estarían dispuestos a pagar más por un mejor transporte, un 61,1 % contesta que sí. Un 31,5 % abonaría diez euros a la semana para viajar sin límite entre los pueblos de Marina Alta, y un 27,3 % pagaría 5 euros.

Condenados al coche y a vivir peor: el impacto de no tener el tren Gandia-Dénia

Otro dato importante es que el 53,4 % de los encuestados califica de escasa la red de transporte público y de taxi y el 29,7 % la considera muy deficitaria. Además, un 35 % advierte que los autobuses y el tren-tranvía (Tram) se usan poco por los horarios y la poca frecuencia de paso. Un 55,6 % coincide en que los ayuntamientos deberían mejorar el transporte público y subvencionar parte de los viajes.

Estos alumnos prestan atención a la conexión con el hospital y los centros de salud. Un 74,1 % de los encuestados señala que sería muy positivo que los vecinos pudieran solicitar transporte gratuito a los centros sanitarios cuando lo necesitaran. Mientras, un 56 % apoya que los ayuntamientos pongan autobuses para desplazamientos a fiestas y actos destacados en los pueblos.

La investigación la han realizado Arnau Ballester, Paula Moragues, Rocío Navarro, Zineb Mazroua, Pere Picornell, Àngel Seguí, Niko Castaño, Silver Blasco, Kimba van Scheppingen, Cristina Mancheño, Karina Chipuxi y David Torres. Es un trabajo de sobresaliente. Y trasciende el aula. Las administraciones ya pueden tomar buena nota.