La historia oculta de una ruina del Montgó

Xàbia compró hace 7 años al Estado el antiguo cuartel de Carabineros de la Plana, construcción de la que solo siguen en pie sus paredes

Solo siguen en pie los muros de la construcción. La cubierta y los tabiques se han desmoronado

Solo siguen en pie los muros de la construcción. La cubierta y los tabiques se han desmoronado / A. P. F.

Alfons Padilla

Alfons Padilla

A esta ruta del parque natural del Montgó hay que darle aire. Comienza en los molinos de la Plana, el conjunto de estas antiguas construcciones que aprovechaban el viento para la molienda del trigo más importante de la Comunitat Valenciana (hay once torres). Pasa por el santuario de la Mare de Déu dels Àngels, que fue en 1374 el primer monasterio jerónimo del Reino de València. Y llega al faro del cabo de Sant Antoni (se encendió en 1855) y la estación telegráfica de 1894 (el «Semáforo»). La ruta comienza en los molinos, historia del viento, y termina en el faro y el «semáforo», historia de las señales y las comunicaciones marítimas. A medio camino, hay una ruina. No tiene ningún brillo. Y el viento siempre le ha soplado en contra.

El pilón de lavar la ropa, vestigio de la vida cotidiana en la caserna

El pilón de lavar la ropa, vestigio de la vida cotidiana en la caserna / A. P. F.

A los excursionistas les llama la atención esta construcción de la que solo se mantienen en pie las paredes. Alguno hace asomo de entrar. No pasa del umbral. Dentro se amontonan los ladrillos y las tejas. Mejor no pisar ese suelo de escombros. La cubierta y los tabiques interiores se han desmoronado.

Grafitis realizados en las paredes del cuartel de carabineros

Grafitis realizados en las paredes del cuartel de carabineros / A. P. F.

Esta ruina también tiene, claro, historia. Fue cuartel de carabineros, un cuerpo armado creado en 1829 y cuyo cometido era la vigilancia de costas y fronteras. Combatía el contrabando y el estraperlo. Todavía hay vestigios de la vida que tuvo este caserna. Están los agujeros de las letrinas. Y se conserva en buen estado el pilón de lavar la ropa.

Todavía hay, entre los escombros, vestigios de la vida cotidiana en la caserna: se conservan el pilón y las letrinas

Las letrinas del cuartel

Las letrinas del cuartel / A. P. F.

El cuerpo de carabineros mantuvo mayoritariamente su lealtad a la República tras el golpe de Estado de 1936. Poco después de acabar la Guerra Civil, en 1940, la Guardia Civil lo absorbió. Esta construcción de la Plana, de robustos muros y de sobria y sencilla arquitectura castrense, fue entonces cuartel de la Benemérita.

La entrada a una construcción de sobria y sencilla arquitectura

La entrada a una construcción de sobria y sencilla arquitectura castrense / A. P. F.

Se abandonó hace ya muchas décadas. Ya era una ruina cuando hace 7 años el Ayuntamiento de Xàbia se la compró al Estado por 11.681 euros (la finca tiene una superficie de 1.200 metros cuadrados). La idea era restaurar el antiguo cuartel, rescatar su historia (y la de los carabineros) y convertir la construcción en un albergue o en un vivero de plantas autóctonas del Montgó.

Un uso paradójico

El único uso que se le ha conocido en estos últimos años a este cuartel ha sido paradójico y curioso. Dos cacos de poca monta escondían aquí el botín que robaban en casas de Xàbia y que luego vendían en tiendas de segunda mano y mercadillos de la Safor y la provincia de Alicante.

Esta ruina está en una ruta del Montgó con mucha historia. Sin embargo, en el cuartel no hay ni un cartel que recuerde lo que fue. El pasado de los carabineros sigue oculto.