Vidas de novela: la familia de la casa modernista y el primer coche de Pego

Felipe Alberto Miralles amasó una fortuna en Marsella, a donde exportaba vino de Alicante en los años en los que la filoxera arrasó las viñas de Francia

Los cinco hijos de Clemence y Felipe: Leocadia, Albertine, Julieta, Raoul y Valeriano

Los cinco hijos de Clemence y Felipe: Leocadia, Albertine, Julieta, Raoul y Valeriano / Familia Miralles

Alfons Padilla

Alfons Padilla

Felipe Alberto Miralles era listo como la «fam». «FAM», las iniciales de este emprendedor pegolino, eran bien conocidas en «le vieux port» de Marsella. Estaban impresas en los cientos de toneles que a finales del siglo XIX llegaban a este puerto francés. Felipe exportaba en veleros y vapores que zarpaban del puerto de Alicante vino de Monòver. Algunos años compró la producción entera. Junto a su socio, Vallalta (familia de Dénia), creó una bodega en Marsella. Allí le bajaba la graduación al vino alicantino mezclándolo con el francés. Eran años en los que la filoxera había arrasado las viñas en Francia. Felipe Alberto Miralles vendió en 1885 todos sus bienes en Pego para marcharse a Marsella. Sagaz y valiente. Allí amasó una fortuna. Sus compañías de exportación y venta de vino se llamaron «Miralles et Cie» y «F. A. Miralles».

Vidas de novela: la familia de la casa modernista y el primer coche de Pego

Felipe Alberto Miralles hizo fortuna con la exportación del vino a Marsella / Familia Miralles

Alberto Miralles tiene 86 años y una memoria prodigiosa. Su hermano, Valerià, fue un destacado político nacionalista y un gran editor y activista cultural (falleció en 1997; tenía 58 años). A Alberto, su sobrino Germà, hijo de Valerià, le animaba a escribir la historia de Felipe, el abuelo al que Alberto y Valerià no llegaron a conocer. Recordaba un sinfín de anécdotas. Una era aquella de que los vecinos de los pueblos valencianos entre València y Pego corrían despavoridos cuando en 1905 Felipe recorría los caminos con el «voiturette» de George Richard (pionero de la automoción en Francia), el primer coche que llegó a Pego y el séptimo de España. Lo compró en Marsella y lo llevó en barco al puerto de València. El estruendo asustaba. En ese primer trayecto hasta Pego (accidentado, ya que en una vaguada de Xeraco se rompió un eje), los vecinos creían que aquello era cosa del diablo. El motor atronaba.

Vidas de novela: la familia de la casa modernista y el primer coche de Pego

Clemence Cousy, quien falleció a los 26 años / Familia Miralles

Alberto Miralles le hizo caso a su sobrino y plasmó en un libro sus recuerdos. Hizo más. Investigó la peripecia empresarial de su abuelo. Revisó muchos documentos en archivos en internet de Marsella. Confirmó que «FAM», los toneles del vino alicantino, se descargaban a cientos en el viejo puerto marsellés.

El "voiturette" de la fábrica de George Richard (pionero de la automoción). Lo conduce Felipe y van dos de sus hijas y, atrás, dos amigos

El "voiturette" de la fábrica de George Richard (pionero de la automoción). Lo conduce Felipe y van dos de sus hijas y, atrás, dos amigos / Familia Miralles

Felipe se casó con Clemence Cousy. La pareja tuvo cinco hijos. La esposa murió de meningitis cuando tenía 26 años. El hijo más pequeño, Valeriano, tenía 7 meses. El otro vástago varón, Raoul, también falleció de meningitis. Felipe, al quedar viudo, decidió volver con su familia a Pego.

Era «més viu que la fam». Primero viajó solo. Sus vecinos pegolinos pensaron que regresaba arruinado. Vestía como un pordiosero. Pero al día siguiente empezó a comprar casas y fincas agrícolas (la de la Plana, las de les Jovees y la Barraca, en Oliva, y el Corral de Doloretes, en Bétera). Había viajado con el dinero cosido en las entretelas de las modesta ropa para evitar que lo asaltasen y se lo robasen.

Un carro transportando toneles en Marsella

Un carro transportando toneles en Marsella / Levante-EMV

El 6 de octubre de 1900 se escrituró cinco casas que daban a las calles Jaume I y Poeta Llorente. Las demolió y construyó la gran casa modernista de Pego. Es una joya arquitectónica. Hace chaflán y está coronada con una pequeña torre. La familia ha mantenido perfectamente ese bello edificio. Ahora lo ha comprado un inversor con sensibilidad que lo rehabilitará y abrirá un hotel con encanto. Ese inversor se ha enamorado de la historia de esta casa.

Felipe también llevó a Pego el primer cinematógrafo (de los inventados y patentados por los hermanos Lumière). Las proyecciones causaron sensación. Esta familia (los hijos, Albertine, Leocadia, Julieta y Valeriano, eran muy cultos) insufló modernidad e ilustración en Pego.

Otra anécdota sabrosa fue la de los niños empujando el primer coche de Pego para que subiera la cuesta de la calle de Sant Miquel. Los chavales llamaban a ese sorprendente automóvil "la carraca de Felipe" y hasta le sacaron una canción.

Valeriano, el hijo de Felipe y padre de Alberto y Valerià, fue un notable abogado y emprendedor (exportó naranja a Marsella y Hamburgo). Llevó el agua potable a Parcent. Su esposa, Pilar Ortolà, venía de una familia arrocera (tenían un molino de arroz). Así, esta historia que comenzó con la exportación del vino a Marsella siguió con la naranja y el arroz. Esta familia también encarna la riqueza agrícola de Pego.

Su historia es un estupendo cañamazo para urdir una novela. El libro de Alberto Miralles recoge datos y anécdotas. Permite imaginar estas vidas tan novelescas y fascinantes.

Las calles de Pego bullen ante el chaflán de la única casa modernista del municipio

Las calles de Pego bullen ante el chaflán de la única casa modernista del municipio / Familia Miralles

Modernidad y cultura: la bella casa modernista

La casa modernista aportó soluciones arquitectónicas muy innovadoras en el Pego de principios del siglo XX. El chaflán tiene un encanto especial. En esta foto antigua, se observa a los miembros de la familia asomados a uno de los balcones. La vida bulle en la calle. Los artesonados de madera están primorosamente trabajados. Hay dos escudos con la fecha de construcción del edificio (1905), uno en el chaflán, bajo la pequeña torre, y el otro en el dintel de piedra de la puerta que da al patio. El despacho también es magnífico. Felipe, luego su hijo, el abogado, político y empresario Valeriano, y después Valerià, editor y político valencianista y progresista, lo utilizaron.

Un despacho de cultura e historia que estaba presidido por las fotos de Clemence y Felipe

Un despacho de cultura e historia que estaba presidido por las fotos de Clemence y Felipe / Familia Miralles

Los bellos artesonados de madera de una casa que ahora se rehabilitará y será un hotel con encanto

Los bellos artesonados de madera de una casa que ahora se rehabilitará y será un hotel con encanto / Familia Miralles