Carrer Magallanes. La muralla taifa de Dénia. 1.000 años. “Como si nada hubiera sucedido”

Esquema de los recintos fortificados y los ámbitos urbanos de la medina fundacional y la ampliación de la misma.

Esquema de los recintos fortificados y los ámbitos urbanos de la medina fundacional y la ampliación de la misma. / Gisbert, 2011

Josep A. Gisbert Santonja, arqueólogo

La calle Magallanes de Dénia, con su nombre, reconoce el papel decisivo del explorador portugués de la época de los grandes descubrimientos. Fernao de Magalhanes (1480-1521). Quizás por ser el primero que, en la expedición española, dio la vuelta al mundo.

En el segundo tramo de la calle Magallanes, entre los cruces con las calles Carlos Sentí y Cándida Carbonell, la arqueología, en los años del cambio de siglo, documentó y difundió un hallazgo excepcional.

En 1998, en la esquina entre las calles Magallanes y Carlos Sentí, junto a los vestigios de una singular casa tardoandalusí, se exhumaba un grueso lienzo de muralla. Parecía tratarse de la muralla del recinto primigenio de la medina andalusí. No se conocía hasta entonces que el recinto de murallas que cierra la ciudad islámica contara con un circuito anterior al conocido con precisión por la cartografía histórica.

Así, el nuevo edificio de la Cafetería Mon Blau albergaría los vestigios de esta muralla en su interior, en la planta de sótano, tal como está en la actualidad. Era un tiempo en que ya estaba consolidada la arqueología urbana.

En 1998, la construcción de nuevo edificio anejo de la sede antigua del Colegio de los Hermanos Maristas requirió la excavación integral del solar a edificar, en la confluencia entre las calles Magallanes y Cándida Carbonell. En él se descubría uno de los primeros edificios interpretados como alhóndiga, funduq, de cronología netamente andalusí y en actividad entre los siglos XI y XIII (primer tercio).

Se documentó la mitad de un gran edificio de planta rectangular, con una superficie de más de 450 metros cuadrados. Cuatro crujías perimetrales, patio con andenes y, en el centro, aljibe abovedado. El resto del edificio se halla bajo un terreno virgen ocupado por patios de uso escolar.

La transcendencia del edificio nos impulsó a la pronta presentación, en octubre de 2002, al II Congreso Internacional sobre Musealización de yacimientos arqueológicos. En el estudio se ofrecen las líneas de un proyecto global que permita su rehabilitación y disfrute público por parte de la ciudadanía. De ello hace casi un cuarto de siglo.

Edificio funduq, excavado en 1998.

Edificio funduq, excavado en 1998. / Gisbert, 2003

En edificio, en dos de sus fachadas, era adyacente a dos calles de la medina, con trazado paralelo y coincidente con el trazado de las calles Magallanes y Cándida Carbonell. Se constataba la fosilización del trazado urbano milenario, tras siglos de inmersión en un parcelario rural y ahora, de nuevo, la correspondencia con el trazado de las calles actuales.

La calle andalusí, amplia, paralela a la calle Magallanes discurre entre la fachada sur del funduq y un largo lienzo de muralla con una torre rectangular. Era de nuevo, un potente segmento de fortificación de la fase fundacional y primigenia de la Medina. De esta muralla, se demolió su alzado hacia la mitad del siglo XII quedando, ya entonces, reducida a nivel de cimentación, oculta y formando a modo de terraza, integrándose en la ampliación meridional de la Medina.

Un convenio con la propiedad constituiría el marco legal de protección, en la planta subterránea del edificio, de los vestigios arqueológicos de la alhóndiga, de la calle y de la muralla. La muralla se adentraba en el espacio de la calle Magallanes y era claro el que parte del trazado discurría en el subsuelo del vial. De hecho, no se pudo documentar el paramento exterior del lienzo y de la torre por localizarse dentro del ámbito de la calle; de la calle Magallanes.

Obras recientes en la calle Magallanes

Obras recientes en la calle Magallanes / Levante-EMV

Ya podrían haberse cumplido dos décadas de disfrute ciudadano de la que constituirá, pese al olvido institucional, la musealización de este espacio urbano en el corazón de la ciudad. Era y es la constatación del arraigo del comercio milenario del puerto y de la ciudad y conecta, por semejanzas arquitectónicas, con edificios tan emblemáticos como el Corral del Carbón o el Maristán de Granada. Han pasado más de veinte años y “como si nada hubiera sucedido”.

Fortificación primigenia

En 2008, en Ceuta, en el Congreso El mundo del geógrafo Ceutí Al Idrisi, presentamos la ponencia: Al-Idrisi y las ciudades de Sharq Al-Andalus, Daniya –Dénia-: Ensayo de conexión entre la evidencia arqueológica y el testimonio del geógrafo. En ella se trataba de la novedosa peculiaridad del urbanismo de Dénia. Madīna Dāniya contaba con una fortificación primigenia fundacional que contenía una densa trama urbanística de veinte hectáreas y de una ampliación, que dibujaba una plataforma rectangular larga y estrecha, de cuatro hectáreas de superficie, con un nuevo sistema de fortificación que y discurría paralela a las calles de Colón y Quevedo.

Así, ambos puntos de la calle Magallanes ofrecían una información ciertamente transcendente. La unión de ambos gestaba una línea certera de la traza urbana y su proyección hacia puntos vitales de la ciudad; tal como la Glorieta. Sin embargo, este trazado deberá constatarse mediante la detección de otros puntos de la misma. Sobre la Glorieta abundaremos en un próximo capítulo, cuando la fuente de luces de colores corone el nuevo escenario urbano al servicio de la ciudadanía.

La causa o leit motiv de esta intrusión en la historia milenaria y en la conexión Magallanes&muralla de Madīna Dāniya taifa (siglo XI) es porque hace escasos quince días, el 27 de abril de 2024, se desarrolló una obra pública de sustitución sive renovación del alcantarillado en el subsuelo de la calle Magallanes. Una obra vista y no vista, de celeridad inusual.

Esta sustitución de conducciones, evidente mejora para la ciudad y los ciudadanos hizo que, como en tantas ocasiones, la maquinaria no solo actuara sobre el espacio de la zanja original, sino que se reavivaran los cortes, lo que permitió visualizar cortes y secciones.

Y claro, en un punto del trazado, permitió ver como el alcantarillado, en su día, había cortado oblicuamente la muralla taifa. En el corte o sección, afectado por la maquinaria, era evidente la fábrica de la muralla, idéntica a la documentada en el paramento interno de la misma en la excavación de la excavación del funduq. Mampostería dispuesta en hiladas horizontales con una generosa lechada de cal entre las mismas.

Los testimonios fotográficos delatan como no se limpió el corte para una correcta documentación del paramento externo de la muralla del siglo XI. Y como, súbitamente y con nocturnidad manifiesta, se cubrió de nuevo y se selló. Siendo como es la muralla fundacional de Madīna Dāniya, por ley, un Bien de Relevancia Local, por su naturaleza de yacimiento arqueológico y un Bien de Interés Cultural (BIC) genérico, por su carácter de fortificación.

Cuando pasee por la deliciosa Calle Magallanes, recuerde que recorre el trazado de una muralla milenaria, la fundacional de Madīna Dāniya, y que en la confluencia Magallanes / Cándida Carbonell, los vestigios de un edificio singular, hoy tan citado y emblema de tantos estudios sobre Al-Andalus. esperan, no se ya si pacientemente, una oportunidad que los rescate del olvido. Pero, “como si nada hubiera sucedido”.