E stamos ya inmersos en una nueva campaña citrícola donde los productores confiamos que se mantenga la inercia positiva de la pasada, con ese aumento del consumo originado por la pandemia de la covid-19 que se debe trasladar en la cadena agroalimentaria en un mayor beneficio para el agricultor. A la espera de conocer el aforo oficial -que a buen seguro nos reflejará una producción superior a la pasada- y de que nuestra fruta empiece a estar presente en los lineales, seguimos recibiendo datos alarmantes acerca de los rechazos de envíos de terceros países con plagas devastadoras que no tenemos afortunadamente aún en la citricultura europea. Hemos conocido el crecimiento brutal de la mercancía rechazada de Argentina -que tiene suspendidas las exportaciones hasta abril de 2021- pero también el de Sudáfrica o Uruguay. Las decisiones que se han tomado con Argentina se tienen que aplicar también para otros países y si queremos un comercio internacional sólido y sin problemas, la UE debe tomarse en serio estos temas. Por ello reclamamos que la Comisión Europea realice una rigurosa auditoría fitosanitaria en aquellos países que no puedan garantizar la salida de cítricos sin plagas. Somos muy claros. La organización agraria tiene las ideas claras sobre la situación del sector. Abogamos por la implantación de un criterio de inspección única en origen para todos los países terceros y que las importaciones entren por pocos puertos de la Unión Europea -sería adecuado tres como máximo- donde se garantice la presencia de un número suficiente de inspectores expertos en plagas y enfermedades citrícolas y con un porcentaje de muestras analizado representativo. Del mismo modo apuesta por la obligación del tratamiento de frío en el transporte y por la prohibición en la producción y manipulación de cítricos del uso de materias activas que no estén autorizadas en la Unión Europea. Los datos que hemos conocido durante estos últimos meses en referencia a los rechazos de cítricos con plagas procededes de terceros países revelan una vez más la grave amenaza y el riesgo evidente de propagación y contaminación de estas enfermedades graves de cuarentena como son entre otras la ´Mancha Negra´ o el ´Cancro´ que no están presentes todavía en la Unión Europea y cuya entrada sería letal para la citricultura de la Comunitat Valenciana porque una vez introducidas serían endémicas.
