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El Valle de Cofrentes: Récord energético mundial

Una vecina de Cofrentes con la central nuclear al fondo. Fernando Bustamante

Uno de los indicadores fundamentales que detectan la riqueza y fortaleza de un país se basa en la diversidad de su producción de energía eléctrica que le permita contar con un sistema sólido con diferentes fuentes de generación, soportado por los avances tecnológicos que van surgiendo y capaz de dar respuesta a las exigencias de cambio climático más allá de las fuentes de producción tradicionales. Esta diversidad posibilita un sistema eléctrico de mayor calidad, competencia en los precios, ajuste de los costes y reducción en las emisiones por la generación eléctrica.

El escenario energético tradicional se basaba fundamentalmente en obtener energía a partir de los combustibles fósiles como el carbón, petróleo y gas, recursos limitados con tendencia a extinguirse y con un fuerte impacto medioambiental. En ese contexto de partida, aparecen en el tiempo otras fuentes de generación de electricidad como la hidráulica, nuclear y renovables (eólica, solar y biomasa principalmente), que diversifican la generación, contrarrestan el impacto medioambiental al no emitir CO2, utilizan fuentes naturales inagotables en su mayoría, favorecen la seguridad del suministro al evitar la dependencia del exterior y en definitiva provocan un reparto más equitativo entre países o regiones en cuanto a generación energética se refiere.

Con todos estos antecedentes, la búsqueda de emplazamientos energéticos ha sido una constante a lo largo de los tiempos. Un recurso era indispensable para la mayor parte de los procesos de producción de energía si exceptuamos las renovables solar y eólica, el agua. Otro aspecto también fundamental está referido a la distribución de la energía eléctrica una vez producida a través de líneas de alta tensión que minimicen las pérdidas energéticas en el transporte de la electricidad, necesitando ubicaciones de generación estratégicamente posicionadas. Estos y otros requisitos los cumple con creces el área próxima a la población de Cofrentes en el interior de la Comunitat Valenciana, caracterizando la zona como el emplazamiento energético con mayor densidad de producción diversificada del mundo.

La Agencia Internacional de la Energía IEA afirma en su escenario de Desarrollo Sostenible, que el mundo debe mantenerse en la senda de conseguir los objetivos climáticos y elimina la pobreza energética mundial, de tal forma que en 2040 dos tercios de la electricidad generada en el mundo deberá provenir de fuentes renovables. El entorno productivo de la población de Cofrentes se encuentra ya al final del camino marcado cumpliendo con esa directriz. Entremos en su historia y detalles que justifican esta última afirmación.

Si nos remontamos al año 1907 cuando los ingenieros emprendedores vascos Lucas de Urquijo y Juan de Urrutia, constituyeron la empresa Hidroeléctrica Española con un capital social de 12 millones de pesetas y tras un estudio hidroeléctrico que contemplaba la afloración subterránea natural de 10 metros cúbicos por segundo de agua en poco más de 10 kilómetros de cauce del río Júcar, decidieron construir contra viento y marea la primera central hidráulica de potencia con 15 megavatios eléctricos entre sus tres grupos en El Molinar, a escasos 15 kilómetros de Cofrentes. Toda una proeza tecnológica y humana con 3.000 personas trabajando en las obras, 5 kilómetros de canal subterráneo, kilómetros de caminos construidos en los cortados cañones del Júcar para transportar con animales de carga los generadores, transformadores, otras grandes piezas y materiales de construcción, son algunos indicadores de la faraónica obra como reto energético a nivel mundial en aquella época.

Así comenzó a principios del siglo XX el aprovechamiento energético del río Júcar que se completaría a los pocos años con otra central hidráulica, el Salto de Basta en el afluente río Cabriel ya en Cofrentes. Son trece kilómetros de canal subterráneo desde El Molinar aguas arriba, los que descargan en las turbinas de la central hidráulica de Basta en el término de Cofrentes, produciendo 80 megavatios con sus tres generadores eléctricos al cien por cien de su capacidad.

Siguiendo el curso del río Júcar dejando Cofrentes a escasos 15 kilómetros, en 1922 se finaliza la construcción de otro aprovechamiento hidroeléctrico. Cortes I con una potencia de 30 megavatios eléctricos en la población de Cortes de Pallás.

En 1975 se inician en Cofrentes las obras de construcción de la central nuclear que entraría en funcionamiento en 1984, con una potencia en la actualidad de 1.092 megavatios, generando cerca del 5% de la producción eléctrica de nuestro país.

A finales de los años 80 se construye la central hidroeléctrica de Cortes II con dos grupos de 142 megavatios de potencia unitaria y el complejo hidráulico de bombeo de Cortes La Muela, dotado con tres grupos subterráneos reversibles que permiten generar 690 megavatios eléctricos, ampliados ya en 2013 con cuatro grupos más de potencia total 960 megavatios. La potencia total del emplazamiento alcanza los 2.000 megavatios.

Pero el entorno de Cofrentes a nivel energético también ha ido evolucionando acorde con las nuevas tecnologías disponibles vinculadas a fuentes energéticas renovables. En este mismo año 2020 se ha instalado en el Campichuelo, término de Cofrentes, un parque eólico generador con una potencia instalada de 50 megavatios eléctricos.

Hay hasta ocho proyectos de parques eólicos previstos en Jarafuel y Ayora en las proximidades de Cofrentes con una potencia que supera los 300 megavatios eléctricos de potencia.

Para completar todas las fuentes de generación, no podía faltar la energía solar y en el propio emplazamiento de la central nuclear de Cofrentes se ha diseñado y se encuentra en la fase final de autorización, una planta solar de 2 megavatios de potencia. Además en el término municipal de Cofrentes y en sus inmediaciones, son tres los emplazamientos solares en proceso de autorización los que superarán los 500 megavatios de potencia en los próximos meses.

Son los anteriores antecedentes energéticos, los que identifican a Cofrentes y su entorno próximo en un área de 15 kilómetros alrededor, como la zona energética de mayor diversidad de fuentes de energía y potencia a nivel mundial. Coexisten en ese acotado espacio, mini centrales hidráulicas, varias centrales hidroeléctricas de potencia, un gran grupo hidroeléctrico reversible de bombeo, una central nuclear, parques eólicos y plantas solares de inminente construcción y puesta en funcionamiento .

Todo ello, unido a una importante capacidad la evacuación y distribución de energía mediante una potente infraestructura de líneas e interconexiones eléctricas a la red nacional, posicionan el Valle de Cofrentes a la cabeza de territorios mundiales con mayor capacidad y diversidad de fuentes de generación eléctrica.

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