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Política

Militantes históricos valoran no volver al PSPV al disolverse una agrupación con 76 años de vida

Se muestran muy dolidos con la decisión Ana Mª Quesada cree que «suena a excusa» mientras otros la ven como «la única salida»

Militantes históricos valoran no volver al PSPV al disolverse una agrupación con 76 años de vida

El acuerdo de la ejecutiva federal de disolver del PSPV en Sagunt a 6 meses de las elecciones locales ha caído como un mazazo en buena parte de esta agrupación con 76 años de historia. Sobre todo, los más mayores han vivido con dolor que las desavenencias internas hayan desembocado en un final que se evitó en la dictadura y que ha superado momentos difíciles, como la época de la reconversión industrial.

Entre ellos, hay partidarios de la exresponsable local Nuria Férriz y militantes de reconocido prestigio que se plantean no volver a las filas socialistas y que, de momento, prefieren mantener el anonimato. Ahora bien, hay un núcleo cercano a ella y muy cohesionado, dispuesto a «intentar regresar y seguir trabajando por la regeneración verdadera del partido y la democracia interna», como aseguraron a Levante-EMV.

Mientras se espera que los responsables provinciales del partido designen a la comisión delegada «que gestionará el proceso de normalización que permita reconstituir la agrupación», hay muchos afiliados «muy dolidos» ante la medida adoptada por Madrid, como admitían tanto partidarios de Férriz como del grupo municipal. Y ello, por más que los primeros cuestionaran la decisión y entre los segundos se vea como «la única salida» ante los hechos ennumerados por Madrid: Desde las quejas sobre el censo al aplazamiento de las primarias, el expediente disciplinario abierto a la candidata y exsecretaria general por administrar una guardería sin licencia y la celebración de la tensa asamblea del jueves «que no cumple con lo establecido en la normativa del PSOE» e incluyó hasta un puñetazo al edil y candidato Juan Carlos Requena, según dio por seguro el responsable provincial, pese a que el acusado lo negara.

La ya exresponsable local elegida para sustituir a Férriz en esa última votación, Ana María Quesada, consideraba que la disolución «suena a excusa» y «se basa en argumentos discutibles y poco consistentes». Por más que la resolución de Ferraz se justifique en circunstancias «de extrema gravedad», Quesada cree que «no ha ocurrido nada tan grave como para echar del partido a 323 militantes y disolver una agrupación en una población del tamaño de Sagunt». En su opinión, «no hacía falta llegar a eso. Ya se estaban buscando soluciones ante los incidentes de la asamblea que realmente son lamentables, pero fueron puntuales».

Desde la ejecutiva provincial, en cambio, se defendía el acuerdo «porque no había solución posible, sobre todo, tras la asamblea en la que se incumplieron las reglas, y más de forma colectiva, y con los incidentes que hubo en ella».

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