El Atlético Saguntino celebró ayer por todo lo alto su histórico y épico ascenso a Segunda División B, después de su agónica eliminatoria contra el Calahorra. Cientos de aficionados se echaron a la calle para dar un merecido homenaje a un equipo campeón que lleva al fútbol de El Camp de Morvedre a cotas nunca alcanzadas.

Muchos fueron los momentos inolvidables vividos durante las últimas 48 horas, pero todas con un rasgo común: la comunión entre una ciudad, un equipo y una afición. Rubén López, secretario técnico, fue uno de los protagonistas de esta celebración, pese a su ausencia, ya que todos le señalaron como uno de los máximos responsables del ascenso.

Tras el recorrido en autobús descapotable, la comitiva hizo la primera parada en el ayuntamiento, donde los aficionados, dirigidos por el Frente Romano, ofrecieron todo su repertorio de canciones de animación. Ya en el salón de plenos, el alcalde Quico Fernández, destacó el momento como «uno de los más felices para la ciudad. El fútbol da ilusión a mucha gente y vosotros „por los jugadores y cuerpo técnico„ lo habéis hecho posible».

Sobre su experiencia en Calahorra, el nacionalista reconoció que «nunca había vivido nada parecido». Del futuro, el alcalde reconoció que «ahora nosotros debemos estar a vuestra altura, para que la ciudad esté donde se merece». La concejala de Deportes, Remei Torrent, quien tampoco quiso perderse la cita de Calahorra, cerró esta parte de la celebración, que se trasladó después a la Glorieta.

Allí, cuerpo técnico y jugadores fueron cogiendo el micrófono para deleite de los aficionados, que vitorearon a todos ellos. «Somos una gran familia, pero no sólo en el vestuario, sino en todo el club y la afición», señaló David Gutiérrez.

Mención especial merece el masivo desplazamiento de saguntinistas a tierras riojanas, cerca de 600. En este apartado cabe destacar la deportividad y hermandad demostrada entre las aficiones saguntinista y calagurritana; y eso que el partido fue de alta tensión y de verdadero infarto. El empate campeó en el marcador hasta el minuto 90 y fue en el tiempo añadido cuando el Calahorra marcó los dos goles que forzaron la prórroga. Increíble pero cierto. En el tiempo suplementario el árbitro anuló dos goles de manera rigurosa a los saguntinista y no hubo más remedio que llegar a los penaltis.

El mayor temple de los saguntinos les dio la victoria en una tanda en la que marcaron Lois y Salinas, mientras que falló Vidal, aunque este último error importó poco ya que el Calahorra no pudo hacerlo peor. Sus tres primeros lanzamientos se marcharon fuera mientras que el guardameta rojillo Adrián Lluna paró el cuarto dándole el ascenso a los suyos. A partir de ahí, invasión de campo por parte de los aficionados rojillos y celebración sobre el mismo césped del estadio de La Planilla.

«Aquello fue un auténtico mar de lágrimas», ha señalado el entrenador rojillo, pero lágrimas de alegría tras un ascenso más que merecido y de un partido de vuelta digno de la mejor película de suspense. «Nos empataron jugando a lo loco y en dos jugadas de la nada y luego vimos cómo el árbitro nos anulaba dos goles en la prórroga de manera increíble», señala Gutiérrez, quien cree que la diferencia en la tanda de penaltis se debió a que «ellos llegaron muy cansados».

Tanto tras el ascenso como en las celebraciones, jugadores, cuerpo técnico y directiva se deshicieron en halagos hacia la afición: «Muchas gracias por vuestro apoyo», dice Gutiérrez, quien destacó que «apretaron mucho en la prórroga y lo han hecho durante toda la temporada, ahora que disfruten. Fue una pasada ver cómo todo el mundo estaba eufórico».

En cuanto a las claves del triunfo, el entrenador rojillo lo tiene claro: «Este éxito ha sido posible gracias a la unión. Tenemos una relación muy cordial, excelente y cada vez se ha ido generando más ilusión. Cada vez nuestro objetivo era un poco más ambicioso y así ha sido posible lograr el ascenso».

Otra persona que no cabía en si de felicidad era el presidente del Saguntino, Juanma Domingo, quien no escatimaba en agradecimientos hacia la afición: «Se han portado maravillosamente, de diez. El Frente Romano ha estado fabuloso y todos los demás también. El desplazamiento a Calahorra ha sido bárbaro, me lo esperaba, más de 600 personas».

Domingo no duda en señalar como el protagonista número del ascenso al entrenador rojillo, y no se olvidó del secretario técnico, Rubén López, «por la magnífica planificación. Hemos hecho una temporada maravillosa, un sueño que se ha hecho realidad. Ahora lo que tenemos que hacer es disfrutar de esta temporada en Segunda B».