La Generalitat Valenciana y Universitat Jaume I (UJI) redoblan la presión contra el Gobierno por los recortes en los trenes de Cercanías a Castelló debido a las obras del tercer carril, que afectan a numerosos estudiantes de Sagunt, así como por las largas retenciones generadas desde que la semana pasada comenzaron las obras en la variante en la autovía de Nules.

Las dos instituciones dudan de que el Ministerio recupere el servicio anterior a las obras del corredor mediterráneo, tal como ha anunciado para el 12 de noviembre, y consideran insuficiente el trazado del AVE en tercer hilo. Exigen una rebaja de la tarifa del Cercanías mientras se prolonguen los trabajos y reclaman una nueva plataforma ferroviaria separada de la actual «a fin de dar una solución definitiva a la saturación del tramo entre Valencia y Castelló».

Así lo reivindican en un manifiesto conjunto que ayer suscribieron en la UJI el rector, Vicent Climent, y la consellera de Obras Públicas, María José Salvador. Ésta última también se sumó a la petición de liberalizar la AP-7 en el tramo de Sagunt a Castelló para reducir las molestias ocasionadas por las obras del tercer hilo en las líneas de cercanías y las de la CV-10, una propuesta que también demandan ayuntamientos de localidades afectadas.

Salvador se sumó a estas reclamaciones y aseguró que enviarán una carta al ministro de Fomento en funciones para pedir la liberalización de la autopista, dado que los trabajos en la CV-10 se alargarán durante 6 meses, un tiempo que la consellera considera «un periodo excesivo para las obras que se van a hacer».

En cuanto al tren, el Consell y la Jaume I emprenden esta nueva acción reivindicativa ante los problemas y retrasos que se suceden en el Cercanías desde que empezaron las obras del tercer carril. «Las obras de implantación del tercer hilo en este trazado han generado serios problemas para los usuarios de la línea, muchos de los cuales se podrían haber evitado con una adecuada planificación y, sobre todo, con una información conveniente», señala el documento, que demanda al ministerio un «plan de choque» de atención al cliente que incluya, entre otras medidas, planes de transporte alternativo en caso de demoras excesivas, la rebaja del precio del billete, y la devolución en aquellos casos que no se mantenga el tiempo de trayecto previsto. También insta a Fomento a que mejore la información tanto en el tema de las obras como en el servicio del Cercanías, una de las críticas que de forma profusa han vertido en los últimos meses el Consell, la Jaume I y los usuarios del Cercanías.

Reclaman idéntico servicio

El manifiesto también emplaza al Ejecutivo central a restituir el Cercanías cuando acaben las obras con las mismas frecuencias y tiempos de recorrido de antes. Renfe ha anunciado que se recuperará el 12 de noviembre los mismos recorridos, pero el Consell duda de estos planes ya que con el tercer hilo la actual línea ferroviaria será compartida por AVE, Cercanías y mercancías.

El documento reitera la necesidad de ejecutar una doble plataforma, una petición que defienden también los empresarios ante la saturación de las actuales vías. Fomento sólo se ha comprometido hasta el momento a devolver el billete en caso de retrasos superiores a la media hora y rechaza la petición del Consell de reducir el billete. El perjuicio económico en los usuarios del Cercanías ronda, según el Gobierno valenciano, en el millón de euros mensual.