Una joven invidente de Port de Sagunt perdía a su perra guía este fin de semana a causa de una posible intoxicación en la vía pública. Tras los sucedido, esta estudiante de 22 años, ha iniciado una campaña en change.org con la que hace un llamamiento al ayuntamiento de la localidad y a la Policía Local para que investiguen el posible vertido de tóxicos en las calles que llevan a la muerte de muchos animales.

Según Rebeca López, con esta iniciativa «espero salvar vidas» y evitar que a alguien le pueda pasar lo que me ha ocurrido a mí», explicaba a Levante-EMV.

Esta joven relataba cómo sacó a pasear a su perro por la plaza Jacinto Benavente en el Port, cuando poco después el animal empezó a sentirse mal. «Yo pensé que era una gastroenteritis, por los síntomas del perro. Dejé pasar el día pensando que mejoraría y que si no era así, ya lo llevaría al veterinario al día siguiente, pero murió ante de que pudiera hacerlo».

Según la joven éste no es el único perro que fallece en esta zona del barrio de Baladre, «hace poco también murió un cachorro de Pitbull, al que le pasó algo muy parecido a lo de mi perrita», adelantaba.

Tras ponerse en contacto con la clínica veterinaria para tratar de esclarecer lo ocurrido, desde ésta, y según a joven, le explicaron que por la sintomatología que presentaba el animal, y a tenor de lo que su propietaria había explicado, podría tratarse de una intoxicación. Además, desde el mismo centro se le manifestó que no era el único caso reciente ya que esa misma semana se habían encontrado con tres o cuatro caso similares.

Este medio se ha puesto en contacto con la clínica, desde donde han querido aclarar la dificultad que existe para poder determinar las causas de la muerte de este animal en concreto y más sin haberle practicado la autopsia. Añadían también, que no se pudo reconocer al animal porque éste ya estaba fallecido, por lo que diagnosticaron una intoxicación ateniéndose al relato facilitado por su dueña y en relación a la sintomatología del perro que ella explicó.

La muerte de «Rekia» ha dejado a su propietaria «destrozada» con la que llevaba compartiendo vida desde hacia un año y medio. Una fiel compañera que facilitó a Rebeca la ONCE y que durante estos últimos 18 meses se había convertido en su fiel compañera, ademas de en sus ojos, a la que defendía y protegía.

Muy sola

La joven aseguraba al periódico que le costará reponerse de este golpe, y que con la recogida de firmas, «me siento mucho mejor, sabiendo que puedo hacer algo para evitar que estas cosas vuelvan a pasar». Recocía sentirse «rara y muy sola», y todavía sin fuerzas para pensar en otro perro que pueda llenar el vacío que le ha dejado su labradora. «Aunque ahora no voy a pedir otro perrito, sé que lo haré tarde o temprano», al tiempo que reconocía que iba a echar mucho de menos a su Rekia.

Respecto a la campaña de recogida de firmas, al cierre de esta edición, ya había registradas 1.223 firmas, con las que la joven pide que se «deje de echar veneno a los perros» y solicita a la administración local y a los cuerpos de seguridad que investiguen el asunto.