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Los toros embolados de Sagunt esquivan la denuncia de los animalistas

La Conselleria avala este acto de las fiestas patronales de 2017. El Síndic de Greuges tuvo que mediar para que emitiera su pronunciamiento al "priorizar otras actuaciones" por el "ingente trabajo"

Encierro de toros embolados en Sagunt. Roberto MArtínez

Los encierros de toros embolados de las fiestas patronales de Sagunt han ganado el primer asalto a los animalistas, después de que la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias (Avsre) haya archivado la denuncia presentada por la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (Anpba).

Tuvo que ser a través de la mediación del Síndic de Greuges como el organismo dependiente de la Presidencia de la Generalitat emitiera este dictamen en el que defiende que la denuncia «no puede ser tenida en cuenta», ya que los festejos taurinos que autorizó «se encuentran dentro del género de los encierros, sin distinguir si se trata de toros embolados, vaquillas, bueyes o toros cerriles», según la resolución.

Y es que la demanda presentada por Anpba, según informó en su día Levante-EMV, estaba basada en que el encierro de toros embolados no se recoge expresamente en el decreto 31/2015 sobre festejos taurinos tradicionales en la Comunitat Valenciana, por lo que «no es susceptible de autorización al ser una fusión entre dos festejos», en referencia a los encierros por una parte y a los toros embolados por otra, posibilidad que se prohíbe en el artículo 13 de esta norma, según sostienen los animalistas.

Sobre este aspecto, la Avsre reconoce que la solicitud de autorización correspondiente a los actos de las fiestas patronales de Sagunt de 2017, que se repitieron en 2018, hacía referencia tanto a encierros como a encierros de bous embolats. Sin embargo, la concesión del permiso se limitó a autorizar los encierros, «sin distinguir si eran o no de toros embolados».

Encierros sin distinción

La posterior denuncia de Anpba condujo a la apertura de un expediente, que determinó que «la normativa -en referencia al decreto 31/2015- no distingue ni concreta, salvo las especificidades del encierro con caballos, qué tipo de reses participan», se explica en la resolución.

«En nuestro caso -añade la Avsre-, un encierro con toros embolados supone la fusión de dos festejos perfectamente reconocidos», así que no supone «una desnaturalización de los bous al carrer por cuanto implica, en primer lugar, una unión entre dos celebraciones tradicionales previstas en la normativa y, en segundo término, no incorpora elementos o actuaciones que supongan novedades o artificios a algo ya preexistente».

Estos argumentos no convencen a Anpba, que reconoce «disentir» de la resolución al partir de una «premisa errónea, que conduce a una conclusión equivocada». Y es que, para los animalistas, el decreto 31/2015 recoge explícitamente que «en ningún caso podrán celebrarse simultáneamente dos modalidades diferentes de festejos en el mismo recinto o plaza». Esta prohibición se vulnera en los encierros de toros embolados, que «no se encuentran expresamente recogidos» en la normativa, mientras «los toros embolados se consideran una modalidad y los encierros, otra diferente».

Nueva modalidad

Como refuerzo a esta teoría, desde Anpba se señala que, entre las modificaciones al decreto que se pretenden introducir desde el Consell, «se incluye la nueva modalidad de encierros de toros embolados, por lo que no sería hasta la aprobación de este decreto cuando podría ser reconocida».

Más allá del fondo de la cuestión, en la que los animalistas no han dicho su última palabra, el Síndic de Greuges ha censurado la falta de respuesta de la Avsre a la denuncia de Anpba. De hecho, la intervención del organismo presidido por José Cholbi fue la que permitió conocer los argumentos del Consell, que reconoció la falta de comunicación de su dictamen al denunciante. La justificación de este mutismo fue «única y exclusivamente, el ingente trabajo que soporta este servicio y que implica que haya que priorizar actuaciones».

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