Seis jóvenes fueron multados con 600 euros por no respetar las distancias de seguridad y no usar mascarillas durante un botellón que tuvo lugar el pasado fin de semana en el paseo marítimo del Port de Sagunt. Según confirman fuentes policiales, la vigencia del estado de alarma permitió actuar contra este tipo de concentraciones, cuya celebración era habitual antes del confinamiento y se han recuperado a partir de las relajación de las restricciones.

Después de que el paso de fases haya multiplicado las multas impuestas por el consumo de drogas y alcohol, el ayuntamiento ha intensificado su vigilancia en determinadas zonas, donde también se han hecho más intensas las quejas tanto de los vecinos como de los establecimientos comerciales de la zona.

Además de los botellones, la Policía Local también está siendo más rigurosa a la hora de cumplir el horario de apertura de las terrazas de los bares.