El oído es uno de los sentidos más olvidados en el día a día. Sin embargo, «la escucha también se practica con ejercicios que es fácil hacer», como explica el impulsor del colectivo Sagunt Territori Acústic. El primer paso es detenerse a atender al sonido del propio cuerpo mientras estás en movimiento y luego ir ampliando este campo poco a poco a tu entorno inmediato, según las enseñanzas recogidas en su día por Hildegard Westerkamp que también aplican los integrantes de Sagunt Territori Acústic y difunden en su blog. «Son ejercicios de tomar consciencia que te hacen más sensible a ese mundo acústico. Ésta es la única vía para empezar a desarrollar más la escucha», explicaba Pedro Montesinos. Otra de sus recomendaciones es andar con los ojos cerrados cogido de otra persona e ir fijándote en todo, incluso en la distinta resonancia de los espacios. «Incluso algo tan sabido como ponerte las manos cóncavas tras la oreja es algo que te va a servir de amplificador y captar otros sonidos más sutiles», decía.