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«La escuela también ha cambiado para las familias de los alumnos»

La asociación que aglutina a madres y padres del colegio de Faura explica cómo una entidad de este tipo se ha adaptado a la covid-19

Integrantes de la asociación, en un acto antes de la pandemia. | LEVANTE-EMV

«La escuela ha experimentado un cambio sustancial con la Covid-19 y también ha cambiado para las familias de los alumnos». Así lo subrayan desde la asociación que aglutina a estas últimas en el colegio público de Sant Vicent Ferrer de Faura.

La necesidad de cambio de modelo impuesta por el confinamiento ha dejado brechas esenciales en un sistema educativo que aúna de forma singular, familia-docencia-alumnado. «La escuela entendida como espacio físico dedicado a la educación de nuestros hijos de 9 a 17 horas, ha muerto. Hemos sido conscientes de su importancia además de constatar la necesidad de nuestra implicación y dedicación; la pandemia ha focalizado en las familias aspectos que desconocíamos y que ahora valoramos» añadía Josep Vivas, desde la Asociación de Familias de alumnos (AFA) del centro.

Tras vivir con desconcierto las primeras semanas del confinamiento , las familias pasaron rápidamente a asumir un papel activo en el proceso de enseñanza aprendizaje que cambió en pocos días. «Constatamos la brecha digital e intentamos luchar contra ello; diversas familias no contaban con dispositivos electrónicos y conexiones para poder seguir las clases online; por ello intervenimos de inmediato para que ningún alumno se quedase al margen. Tanto el Ceip Sant Vicent Ferrer como las autoridades locales y autonómicas impulsaron las medidas oportunas», añadía Vivas.

La escuela de Faura intentó mantener una apuesta equilibrada en un proceso de enseñanza aprendizaje que cubrió especialmente el desarrollo emocional de los pequeños. «Desde el principio intentamos animas a los niños y niñas a vivir con cierta alegría esta situación tan compleja. Promovimos concursos de disfraces, cuentos, composiciones plásticas como cometas demás de modo que los pequeños tuviesen su momento de animación también en casa». añadían.

El curso 2020-21 está resultando también complejo puesto que este centro, singular por sus días especiales como Hallowen, la Fira de Nadal, la Pau i l’Arbre o Fallas, ha tenido que suspender muchos actos. «No renunciamos a una educación activa y participativa tanto el equipo directivo como los maestros o el ayuntamiento junto con las familias optamos por asumir al cien por cien las exigencias sanitarias sin renunciar a nuestro modo de vivir la educación. Desde el AFA hemos mantenido acciones puntuales de animación virtual», dicen además de apuntar que las redes sociales de la Asociación de Familias se ha convertido en un espacio compartido de experiencias de aprendizaje.

Junto a ello, creen que los chavales «son verdaderos héroes y heroínas; han aprendido rápidamente a trabajar en la distancia a moverse con la mascarilla y a expresarse con la mirada, nuestros hijos e hijas participan y viven esta compleja situación con una entereza y normalidad excepcional. Por ello les debemos tanto y luchamos porque tengan espacios de creatividad y experimentación que les permita autogestionar sus emociones y consecuentemente aprender», afirmaba Vivas.

El Ceip Sant Vicent Ferrer cerrará su segundo trimestre en breve dispuesto a concluir un curso con la mochila repleta de ilusión, responsabilidad y consciencia para un alumnado que conformará la Faura del futuro, en una tarea común con las familias.

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