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La mayor inversión en el olvido de la Sierra Calderona

El alcalde de Estivella y la diputación prevén sacarla del abandono

El alcalde de Estivella, Rafael Mateu, muestra la Masía de Barraix. tortajada

La Masía de Barraix se ha convertido en la mayor inversión realizada con dinero público en la sierra Calderona que ha caído en el olvido sin llegar a rentabilizarse. Situada en el corazón de la Sierra Calderona y a poco metros del pico del Garbí, este lugar de Estivella era el centro de veraneo de las familias adineradas a principios del siglo XX. Ahora, un acuerdo alcanzado entre el ayuntamiento y su propietaria, la Diputación de Valencia, intentará devolverle, poco a poco, aquel esplendor.

La mayor inversión en el olvido de la Sierra Calderona

Con este objetivo, recuperar su actividad y que no permanezca cerrada y expuesta a actos vandálicos, se reunieron recientemente el alcalde, Rafa Mateu, y el diputado de Patrimonio, Andreu Salom. De ese encuentro, surgió el compromiso de poner en valor el inmueble y su entorno.

La mayor inversión en el olvido de la Sierra Calderona

Aunque la distribución de la masía es idónea para darle un uso como alojamiento rural, «no resulta sencillo encontrar a alguien interesado en la concesión», explicaban ambas partes, por lo que se está trabajando en otras alternativas.

La mayor inversión en el olvido de la Sierra Calderona

Desde Estivella se persigue que el inmueble tenga una vertiente medioambiental o social, por lo que se ha puesto encima de la mesa la posibilidad de convertirlo en aula de naturaleza o centro de interpretación. «Se puede usar para alojamiento o albergue, punto de información, pero también para combinar varias cosas», decía su alcalde, Rafael Mateu.

Sin embargo, la diputación solo está dispuesta a invertir en la adecuación del edificio para que este se destine a un uso concreto, como podría ser una base de operaciones de las brigadas forestales de la propia entidad provincial o de los Bomberos de la Generalitat, posibilidad que no desagrada al mandatario de Estivella. «La intención del área provincial de Patrimonio es consultar tanto a Divalterra como a la Generalitat para ver si están interesados en hacer uso de la Masía de Barraix como base de operaciones en la zona», adelantaba el diputado. En este caso, podría tratarse de un uso provisional que sirviera en un principio para darle vida a la masía y atraer la atención de cara a otro tipo de proyectos futuros en la misma, sostenían. «Lo importante ahora es que no esté cerrada ni expuesta al deterioro», insistían desde el organismo provincial, que no cierra la puerta a futuras concesiones y usos de este bien patrimonial.

Conforme con las posibles propuestas, el alcalde de Estivella no quiere que se pierda ni un minuto más, por lo que ha solicitado a la diputación que mientras decide el uso más inmediato para el edificio, tenga en cuenta la adecuación de su entorno. «La puesta en valor de esta zona serviría para llamar la atención de futuros inversores que podrían ver el potencial de todo el complejo y apostar por éste».

Mateu proponía convertir el entorno en un área recreativa, donde serían necesarias acciones de limpieza en bancales, clareo de la vegetación, además de dotar a la zona de mobiliario urbano, paneles informativos, fuentes con agua potable, aseos y alumbrado, que permitan su uso y disfrute. «Un primer paso para luego ir adecuando el edificio», adelantaba el primer edil. Una alternativa para revitalizar el entorno de Barraix que de momento no ha tenido una clara respuesta de diputación.

La Masía de Barraix se encuentra junto a la ermita del mismo nombre, dentro de una parcela de cerca de 30.000 metros cuadrados en el corazón de la sierra. Posee dos inmuebles, uno de ellos de dos plantas con diez habitaciones que fueron restauradas, y el otro, un edificio anexo. A esto se suma su inmenso jardín. Pese a la inversión que realizó Diputación en su restauración, cerca de 600.000 euros, una serie de robos y actos vandálicos en 2013 dejaron el inmueble desvalijado, en completo abandono y en el olvido, tal y como continúa.

El edificio se encuentra en plena naturaleza lo que supone un gran atractivo como alojamiento rural, proyecto que ya se presentó para tal fin en 2008, pero que no salió hacia adelante por cuestiones de trámites.

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