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«Ha sido muy duro no poder traer a más gente de Ucrania»

La ayuda económica de compañeros y familiares ha permitido llevar a cabo esta gesta eses

Voluntarios en Varsovia descargando la ayuda humanitaria. | LEVANTE-EMV

Un grupo de policías nacionales del Camp de Morvedre, L’Horta y otros puntos de la Comunitat Valenciana, así como de Teruel, un fotógrafo y una intérprete, un total de diez voluntarios, llegarán esta tarde a Sagunt después de embarcarse en un viaje muy especial que tenía como objetivo traer hasta España a ciudadanos ucranianos que escapan de la guerra. «No podíamos estar con los brazos cruzados sabiendo lo que está pasando», resumía uno de ellos a Levante-EMV.

La iniciativa la publicaron en redes sociales y en nada, recibieron más de treinta peticiones de personas que necesitaban poner a salvo aquí en España a sus seres queridos ucranianos .

Este acto de gran generosidad, altruismo y coraje, que han realizado en su periodo vacacional, ha encontrado muchas piedras en el camino. Para empezar, «la falta de financiación», explicaba uno de ellos. «Todo el dinero que hemos necesitado ha salido de fondos propios, de ayuda de nuestros compañeros y familiares, donaciones de conocidos y de la empresa Termocontrol de Alcora, que nos ha cedido una furgoneta», añadían.

El convoy formado por seis vehículos, la mayoría coches propios, ha llevado hasta Varsovia alimentos y enseres de primera necesidad, que han descargado en una base de reparto, primera parada donde recogieron a los primeros familiares ucranianos con destino a España, una mujer con un bebé de nueves meses. El recorrido continuó hasta un puesto fronterizo en Polonia donde cogieron a nueve personas más, todo mujeres con niños, y de allí a Hungría, donde subieron otras tres personas, dos señores mayores y una joven a los que sumaron otras cuatro entre Cracovia y Chelm; un total de 16 personas «Ha sido muy duro no poder traer más gente de Ucrania. Lo más doloroso es tener que decir no y dejar allí a tanta gente en una situación tan trágica», explicaba uno de los voluntarios. « Hemos sentido mucha impotencia y mucha tristeza», añadía. «Tanta necesidad de salir del país existe que pudimos contactar con un autobús de Manzanera que recogía a refugiados y le pedimos que subiera a otras ocho personas. Había que ayudarlas», apunta.

Otra salida para el 21

Dada la situación vivida, este grupo de voluntarios ya prepara un segundo convoy para el próximo 21 de marzo, «aunque todo dependerá de la ayuda económica que tengamos».

El viaje ha supuesto un coste superior a los 6.000 euros, unos 1.000 euros por coche. Cantidad con la que se ha pagado el combustible y las comidas de todos. «No nos hemos podido permitir descansar en un hostal. Hemos descansado y dormido en el coche, comido en áreas de servicio, no ha podido ser de otra manera, pero nos hemos apañado bien», contaban de camino a casa junto a las 16 personas ucranianas.

La llegada se espera para esta tarde en el Port de Sagunt donde decenas de familiares y amigos les estarán esperando con los brazos abiertos y con la alegría de verlos sanos y salvos. De ahí emprenderán un segundo recorrido que les llevará a distintos puntos del país como a Andalucía o Canarias de donde es un policía nacional que contactó con los voluntarios para que les trajeran a sus padres, agotados en Polonia, tras huir de la zona de conflicto.

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