La asamblea del Atlético Saguntino conoció ayer de primera mano la situación en la que ha quedado el club después de que la empresa encargada de su gestión desde el pasado verano, Zoe España, haya cerrado por la detención de sus cabecillas bajo la acusación de estafa.
A propuesta de la directiva encabeza por Juanma Domingo, la primera decisión de los socios fue la de dar poderes al abogado para que tramite la rescisión del contrato que otorgaba la gestión del club a esta empresa. El siguiente problema que se planteó fue la supervivencia del proyecto durante los tres meses que restan de temporada, después de que, eso sí, Zoe hiciera frente hasta el estallido del escándalo de todas sus obligaciones contraídas con el club rojillo, incluso más.
El presidente reconoce en palabras a Levante-EMV que «llegué a la asamblea bajo de moral y planteamos tirar la toalla, pero los socios volvieron a dar la talla y nos animaron a seguir adelante», según Domingo. En cualquier caso, el Atlético Saguntino ha confeccionado una plantilla cara y estos gastos ascienden aproximadamente a 40.000 euros mensuales.
Mientras el dinero pendiente de cobrar de algunas subvenciones irá directo a saldar la deuda que la entidad romana mantiene con Hacienda, el presidente reconoce que «los socios se han volcado y se les ha pedido que hagan cualquier aportación», incluso como adelanto del abono de la próxima temporada.
Nuevos inversores
Otra de las cuestiones que se planteó es la entrada en el proyecto de nuevos inversores, aunque algunos asistentes a la asamblea alertaron de que «no cometamos el mismo error y esta vez dejemos el club en manos de gente de fútbol y de aquí».
El concejal de Actividad Física, Salud y Deportes de Sagunt, Javier Timón, estuvo presente en la asamblea, donde aseguró que el ayuntamiento colaborará hasta donde le sea posible para que el Atlético Saguntino salga de esta situación en el año de su Centenario.
