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"Hemos salvado a tres personas pero hay millones de refugiados"

Las saguntinas que se fueron en autocaravana para traer a familiares de una joven del Port creen que es "un grano de arena en un desierto"

Las sonrisas prevalecieron a la llegada del Port de Sagunt tras el reencuentro familiar. levante-emv

Lidia Báguena, Ana Cerezuela y Rosalía García, estas tres saguntinas que emprendieron la semana pasada un arriesgado viaje con el objetivo de rescatar de la guerra a una familia de ucranianos, ya están en la capital del Camp de Morvedre y con la familia a salvo.

«Estamos contentas pero nos ha quedado un sabor agridulce. Lo que hemos hecho es tan solo un grano de arena en un desierto. Hemos salvado a tres personas, pero hay cuatro millones de refugiados ucranianos en Polonia pasándolo muy mal», explicaba Lidia.

«Nos hemos quedado con las ganas de hacer más», decían. Una sensación que les lleva a replantearse marcharse a Polonia de nuevo, durante cinco días, para ayudar en los campos de refugiados, otra gesta que no descartan cumplir en esta Semana Santa.

Esta preciosa aventura comenzaba la semana pasada cuando Lidia quedaba impactada con la imagen en televisión de un niño caminando solo con su peluche, huyendo de la guerra. Esto le removió y le animó a no quedarse de brazos cruzados. Con ayuda de dos amigas más y la colaboración de personas, que forman ya un grupo de whatsapp de mas de 100 inscritos, consiguieron reunir dinero, alquilar una caravana y 2,5 toneladas de material de primera necesidad para los refugiados ucranianos.

El objetivo era traer hasta el Port de Sagunt a la familia de una ucraniana residente en la localidad, en concreto a su madre, su cuñada y a su sobrino de 18 meses, de ahí, que se optaran por la caravana para asegurarles un mayor confort, sobre todo para el bebé y la persona mayor.

El viaje no fue fácil, ya que han tenido que soportar temperaturas de hasta 10 grados bajo cero. «Se nos congelaba todo». «Pero lo dramático no fue esto, fue llegar a Polonia y ver cada 200 metros carpas de material para los refugiados. La estación fue algo impactante, niños huérfanos, madres con sus bebés en brazos, ancianos sin saber a dónde ir, una imagen que no olvidaremos nunca», explicaban. «Ojalá que en lugar de una caravana hubiéramos podido fletar un avión».

Tras llegar a Polonia, llamaron a su contacto, un bombero voluntario, que les llevó hasta la nave donde se apila el material sanitario que este cuerpo reparte entre los heridos de guerra, con la intención de que las saguntinas pudieran descargar lo que portaban.

Entrada la noche y con las temperaturas bajando, la situación se complicó tras detectar que la calefacción de la caravana no funcionaba cuando estaba parada. El bombero no dudó en invitarlas a su casa a dormir, una residencia familiar en la que habían acogido a siete refugiados ucranianos. «Fue increíble. Nosotras veníamos a ayudar y nos ayudaron a nosotras. La solidaridad de los polacos es bestial, no hay palabras para describirla».

El día esperado llegaba, el momento de recoger a la familia que traerían a España para que se reencontrara con su ser querido. Familia que llegaba al punto de encuentro. «Un misil les obligó a esconderse , pero al final llegaron y fue una alegría verlos», contaban a Levante-EMV.

Pero el cometido de estas tres saguntinas continuaría, ya que, durante su estancia también tuvieron que repartir toda la ayuda humanitaria que portaban en distintos puntos de Polonia; una tarea que les llevó casi todo un día.

Exhaustas, emprendieron su viaje a Sagunt, que realizaron prácticamente de un tirón, turnándose al volante y descansando como podían hasta llegar a su destino, la Tenencia de Alcaldía de Port de Sagunt, donde el reencuentro de esta madre con su hija, su sobrino y su cuñada, «es una estampa que tardaremos en olvidar».

Lidia, Ana y Rosalía coinciden en que ha valido la pena el esfuerzo y quieren compartir su experiencia con la intención de concienciar a la gente , « porque a nosotros también nos puede pasar, que Ucrania está ahí al lado y que necesitan de nuestra ayuda». Si consiguen este propósito, estarán más que satisfechas.

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