El robo de cobre en un segmento de la calle alcaldesa Inma Borrell de Gilet obligó a cocinar a oscuras las 72 paellas falleras, en el acto organizado por la Federación Junta Fallera de Sagunt en colaboración con el ayuntamiento de la localidad.

Esta es la versión oficial que dio el alcalde, Salva Costa, una coyuntura que dejó sin luz las mesas de algunas comisiones falleras, que tuvieron que tirar de linterna de móvil para ver si en su plato les había tocado pollo o conejo, o incluso para poder preparar los aperitivos y los postres.

La circunstancia generó las críticas de un buen número de falleros, quienes hubieran preferido «otro emplazamiento» dadas las circunstancias.

Pese al malestar que se pudo generar por la falta de alumbrado público en ese tramo de vía, el acto se desarrolló con normalidad, en un buen ambiente festivo y de hermanamiento y, sobre todo, sin incidentes pese a la concentración de más de 2.100 personas en la zona, una cifra que casi duplica a la del año pasado registrada en Faura, motivo por el que Federacíón y Ayuntamiento optaron por trasladar el evento hasta este lugar, en lugar de en la plaza de la Estrella donde estaba previsto, ante falta de capacidad de esta dada afluencia de gente que se esperaba. Al acto acudieron las Falleras Mayores de FJFS, Claudia Ramón y Maite Nebot y sus respectivas cortes de honor, así como los representantes de las 30 fallas y sus comisiones y casi la FJFS al completo.

La noche finalizó con la actuación de la orquesta Vega, que arrancaba su repertorio a las 00,30, con el que amenizó el resto de la velada.

Críticas a la suciedad

 Sin embargo, no todos vieron con buenos ojos este evento fijo en el calendario fallero anual, ya que los vecinos de la zona han protestado por la cantidad de suciedad que se generó en el enclave, que los responsables de limpieza del consistorio han tenido que adecentar a primera hora de este lunes.

Calle tras el paso del servicio de limpieza Levante-EMV

La calle alcaldesa Inma Borell amanecía esta pasada madrugada repleta de plásticos, vasos, restos de comida y botellas, pese a que la mayoría de fallas depositaron la basura en bolsas, que apilaron junto a las aceras para facilitar las tareas de limpieza.

Levante-EMV Calle tras las paellas

A este respecto, el alcalde ha querido restar importancia al asunto comparando lo ocurrido con cualquier noche de fiesta en la plaza de la Estrella Gilet, donde la basura y los residuos terminan acumulándose.

Las críticas también se han producido ante el riesgo de incendios que reúne la zona, con parcelas repletas de matorral seco donde «una chispa de las paellas podía haber provocado un grave incidente», explicaba uno de los vecinos, quien destacaba además la proximidad de la Calderona.