Tribuna

En Gilet la verdad también tiene que ser única, ¿y el resto qué es?

Vecinos de la urbanización Balcón de la Peña dejan clara su postura tras el último acuerdo del pleno

Rotonda de entrada a Gilet

Rotonda de entrada a Gilet / Tortajada

Juan Isach Alegre, Marcos Solaz López, Mª Dolores Redón Blanch y Antonio Isach Alegre

Aristóteles dijo en cierta ocasión que la única verdad es la realidad.

El pasado lunes 11 de septiembre, hubo un pleno ordinario en el Ayuntamiento de Gilet al cual asistimos como público los abajo firmantes.

Cuarenta y ocho horas después el periódico Levante-EMV edición El Camp de Morvedre, publicaba en la página 25 un titular que decía Gilet legalizará una urbanización tras 20 años de trámites y varios litigios.

El texto de esa publicación se puede resumir en:

  1. Lo que el alcalde de Gilet piensa más lo que considera que se dijo en el pleno.
  2. Lo que la Agrupación de Interés Urbanístico Balcón de la Peña considera debe ser conocido por el pueblo en general con datos reales (cuestiones que no se han realizado por parte del Ayuntamiento y asuntos jurídicos en marcha)

Realizada esta introducción, nos vamos a centrar en una parte del contenido de la noticia, que según indica el periódico, fueron palabras textuales del alcalde y que las volvemos a escribir para su análisis:

"Estas deficiencias, según explica Costa, hicieron que al pleno acudieran vecinos de la zona favorables a urbanizarla de una vez por todas y que no pertenecen ni comparten los movimientos que se están haciendo desde la AIU; al contrario, lo que nos han trasladado a algunos concejales es que se haga cuanto antes porque llevan sufriendo esta situación demasiados años ya".

Los abajo firmantes estuvimos presentes en el pleno y no compartimos la realidad que el señor alcalde indica, a saber:

  1. Al pleno acudimos, no por estas deficiencias, sino porque un punto del orden del día se consideró de urgencia y afectaba a nuestros intereses. (Necesidad de enriquecerse de lo que pasa o va a pasar en nuestro vecindario.) Por cierto, las deficiencias a las que se refería el señor alcalde ya hubieran estado resueltas años atrás debido a que nunca nos hemos negado a actuar (LA AIUBP pagó y presentó entonces un proyecto completo, con una gran cantidad de reuniones con los arquitectos del consistorio para llevarlo a cabo). De este tema NADIE habla y sí se pone hincapié en que queremos retrasar e impedir avances. Nada más lejos de la realidad, lo único que solicitamos, a fecha de hoy, es que el Ayuntamiento sea consecuente con el compromiso y acuerdos que asumió con la AIU y le dé curso al proyecto de 2015 y su actualización de 2019

Nadie del cien por cien de los vecinos de la urbanización que estuvimos en el pleno fue preguntado para qué, según está escrito en el artículo, manifestáramos estar favorables a urbanizar en las condiciones en las que se aprobó. ¡Nadie! Más bien estábamos en desacuerdo con el procedimiento modificado aprobado por el Ayuntamiento, y en estos momentos, con sentencia en contra del TSJV.

Pero sí que estamos de acuerdo en colaborar teniendo en cuenta la realidad actual, que por cierto es muy compleja.

La afirmación que aparece atribuida al alcalde introduciendo el comentario “las zonas diseminadas en Gilet y las cuales se construyeron sin servicios y sin urbanizar”. Esta afirmación no es la realidad del Balcón de La Peña, plan que se aprobó inicialmente en el año 1973 y que se incorporó al PGOU como suelo urbano en el año 1994. Los propietarios han construido con sus pertinentes licencias y cédulas de habitabilidad concedidas por el propio ayuntamiento.

Otra de las afirmaciones en referencia a la AIU: “se han hecho cuatro proyectos y nunca les ha parecido bien”. Es incierta. El primero no era un proyecto, era un PAI que contradecía lo especificado en el PGOU vigente en aquel momento, y ante la respuesta vecinal, el Ayuntamiento lo retiró. El segundo recogía saneamiento y agua potable, le faltaba trabajar y modificar bastantes cuestiones, se retiró el proyecto, no por un concejal, sino por el Ayuntamiento que es quien ostenta la potestad. Se decidió firmar un convenio con la AIU para la ejecución del proyecto, por cierto, aprobado por el PSOE y el alcalde actual, entonces concejal. La AIU como mejor conocedor del terreno y la problemática de las viviendas, presentó un tercer proyecto en 2015, que el Ayuntamiento pidió se modificase y volvió a presentarse en 2019. Este último sigue en un cajón. Paralelamente, el Ayuntamiento aprobó una modificación del PGOU, con ella nos encontramos en la situación de 2023, con un PAI aprobado en contra de sentencia del TSJV.

También se indica en la noticia del periódico que una representante de Participa Gilet no podía votar en ese punto por ser parte implicada. Es un tema que habrá que demostrar si está implicada o no, ya que, ¿qué tipo de implicación puede haber en una cuestión (orden del día) en la que se votaba la remisión a publicación? En cualquier caso sería una cuestión que podría acabar dirimiéndose en los tribunales.

De hecho, en un principio se votó incluso por la concejal supuestamente implicada, pero acto seguido se le instó por parte de un portavoz del PSOE que no podía votar. El alcalde expulsó del pleno a la concejala y se procedió a votar el punto del orden del día ya sin su presencia, la votación resultó aprobada con el voto negativo de la otra concejala de Participa por Gilet. Acto seguido retornó al pleno la concejala expulsada.

Los 400.000 euros aprobados son una subvención para una acometida de agua potable que el ayuntamiento ha tardado en gestionar desde la ejecución del depósito situado en la montaña Redona, en la parte más alta de la urbanización del Balcón de la Peña, sin poner en marcha en 20 años precisamente por esta inejecución. El depósito dará servicio y quedará conectado a la red general de suministro del municipio, pero también necesario para la contigua urbanización del Pla de la Venta, ya recepcionada hace años y con graves carencias de presión de agua en su parte alta.