El Saguntino elige a su revulsivo para el banquillo

Jonathan Risueño, valenciano de 41 años, con muchas temporadas de fútbol a sus espaldas y la misión de sacar lo mejor del equipo. Ese es el entrenador elegido por el Atlético Saguntino para afrontar la misión de salvar la categoría, después de que la reciente racha de malos resultados haya llevado a los rojillos a los puestos de descenso y a destituir al hombre, Sergi Escobar, al que hace justo un año se le encomendó una tarea parecida, que completó con éxito. 

El técnico conoce la categoría y a sus jugadores, de los que cree que conforman «un buen equipo»

La trayectoria más reciente del nuevo inquilino del banquillo del Nou Morvedre le llevó a la Segunda División colombiana, concretamente a los Patriotas de Boyacá, con los que consiguió el ascenso a la máxima categoría. Después de su carrera como futbolista, en la que militó en el CD Buñol, el Sevilla B, el Logroñés o el Valladolid B, Risueño dio primero el salto a los despachos como director deportivo del CE l’Hospitalet, del que posteriormente se hizo entrenador durante dos temporadas.

Liga igualada

Bogotá CF y UE Olot, donde llegó también a mitad de temporada, son los otros banquillos en los que ha recalado, antes de aterrizar en el Nou Morvedre con la misión de ejercer de revulsivo. En palabras a Levante-EMV, Risueño asegura que «conozco la categoría y a los jugadores del Saguntino. Para mí hay un buen equipo, aunque, en una liga tan igualada, si fallas dos o tres partidos seguidos te vas abajo y, si los ganas, te metes arriba». 

En su palmarés como entrenador destaca el mencionado ascenso a la Primera División colombiana, así como el título de la Copa Cataluña y el ascenso con l'Hospitalet a la que todavía era la Segunda División B.

Primer entrenamiento

Risueño ya dirigió este miércoles su primera sesión de entrenamiento y el domingo debutará cuando el Lleida Esportiu, segundo clasificado del grupo 3 de Segunda RFEF, rinda visita al feudo romano. El técnico valenciano reconoce que su fichaje fue muy rápido, ya que «después de perder el último partido, los responsables del club contactaron conmigo, me trasladaron su confianza en que podíamos salvar la categoría y se dieron las circunstancias para llegar a un acuerdo».

Centrado en el próximo rival

Pese a la dificultad del primer reto que se le presenta como saguntinista, el entrenador de Alborache asegura del rival que «van segundos y la semana pasada ganaron, pero no vienen en una racha especialmente buena». De hecho, hasta la victoria frente al Alzira, acumulaban un empate y tres derrotas en las anteriores jornadas.

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