Unos saguntinos hallan hecha un basurero su casa desokupada en Onda

Han tenido que estar tres años de litigio para echar a unos inquilinos que dejaron de pagar el alquiler a los pocos meses de firmar el contrato

Estado en que se encontraron varias dependencias de la casa.

Estado en que se encontraron varias dependencias de la casa. / Levante-EMV

David Donaire

En 2017, un matrimonio de origen rumano afincado desde hace más de dos décadas en España se animó a comprar una casa en el casco histórico de Onda. La reformaron con la intención de alquilarla y así utilizar ese dinero para pagar la vivienda en la que residen actualmente, en Sagunt, cerca de sus hijos y nietos.

Siete años después, lo que en un principio solo prometía ser una operación inmobiliaria a modo de inversión ha acabado en denuncias, un largo proceso judicial, un desalojo y una vivienda hecha un basurero.

El calvario de los propietarios de la vivienda, ubicada en la calle Santísimo Salvador, empezó el 1 de octubre del 2020.

Tras varios alquileres problemáticos (en los que unos inquilinos se iban sin pagar u otros robando lo que había en la casa), ese día firmaron un contrato de arrendamiento, a través de una inmobiliaria, con tres empleados que trabajaban en una empresa constructora de Onda.

Según explican los afectados al periódico Mediterráneo, del mismo grupo editorial que Levante-EMV, los primeros tres meses, «después de muchas discusiones», el alquiler lo pagó la propia compañía en la que trabajaban los inquilinos. «Pero después de eso, nadie ha vuelto a pagar desde entonces. Íbamos a Onda, no nos abrían la puerta o salían borrachos y nos insultaban y decían que no se iban a ir», lamentan.

No pudieron iniciar acciones legales de inmediato por falta de dinero, hasta que en el 2021 consiguieron contratar a una abogada para denunciar los hechos y, ante los largos y continuados impagos de los inquilinos okupas, exigir a la justicia que abandonaran la vivienda y les abonaran todos los alquileres mensuales que les debían.

Después de tres años de litigio y una larga espera sin poder hacer nada para recuperar o entrar en la vivienda de su propiedad, la primera noticia esperanzadora llegó el pasado 8 de enero en forma de resolución judicial.

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Nules, tras requerir, sin éxito, a los okupas que en un plazo de 10 días o bien pagaran a los propietarios la cantidad adeudada o bien comparecieran con un abogado y procurador para oponerse a la demanda, dictó la orden de desahucio para el 29 de febrero.

El lanzamiento tuvo lugar finalmente el 10 de abril. No había nadie ya en el interior de la vivienda, pero estaba convertida en un vertedero, con una ingente cantidad de residuos por todas las estancias.

«No se puede ni caminar»

«Nos esperábamos encontrar la casa en malas condiciones, pero no así de mal. No se puede ni caminar de la basura que hay», explican los propietarios, que han recuperado su domicilio, pero ahora transformado en un estercolero.

Entre los montones de desechos, encontraron papeles que muestran que «allí vivía mucha gente, algunas con citaciones penales», aunque ellos solo les habían alquilado la vivienda a tres personas.