Jack Miller (Ducati) logró este domingo el triunfo en la prueba de MotoGP del Gran Premio de España por delante del piloto italiano Francesco 'Pecco' Bagnaia (Ducati), que completó el doblete de Ducati y que se convierte en el nuevo líder de la categoría reina.

El australiano se adjudicó así la segunda de su vida en MotoGP y primera con Ducati, que también se estrena este curso después de tres victorias de Yamaha. Los transalpinos Bagnaia y Franco Morbidelli (Yamaha) completaron un podio sin españoles, con Joan Mir (Suzuki), quinto, como mejor español.

De esta forma, 'Pecco' arrebata por dos puntos (66) el liderato de la categoría reina a un Fabio Quartararo (Yamaha) (64) que incomprensiblemente empezó a perder ritmo cuando lideraba con solvencia la cita, y que tuvo que conformarse con el decimotercer lugar. El español Maverick Viñales (Yamaha), séptimo este domingo, es tercero de la general (50) con un punto más que Mir (49).

Marc Márquez, que protagonizó su primera -y muy fuerte caída- en la curva siete durante los entrenamientos, y que se volvió a caer en la tanda libre del domingo, previo a la carrera, una vez más con mucha cabeza y paciencia, supo quemar una nueva etapa en su recuperación para acabar noveno la primera carrera en tierras españolas.

Mientras, por delante, lo que parecía que iba a ser un paseo triunfal del francés Fabio Quartararo (Yamaha YZR M 1) acabó en "desastre" y aunque pareció que podía deberse a los problemas mecánicos en su Yamaha, se habló de un exceso de presión en los neumáticos de su moto por el calor, en realidad se debió a sus problemas físicos con el maldito "síndrome compartimental" en su antebrazo derecho, un mal que aqueja a muchos pilotos por el sobresfuerzo muscular en esa zona.

El francés, como suele ser habitual con los pilotos de Yamaha, no salió bien, pero en cuatro vueltas había dado buena cuenta de todos sus rivales y con un ritmo alto y eficaz abrió un hueco de más de medio segundo.

Entonces comenzaron los problemas y también la pérdida de muchas décimas de segundo en apenas una vuelta para Fabio Quartararo y, a la siguiente, Jack Miller -casualmente operado del mismo mal del síndrome compartimental antes de la carrera de Portimao-, ya había dado buena cuenta de él y se marchaba en pos de su primer triunfo del año, mientras el francés luchaba denodadamente por no ceder demasiado terreno a sus rivales. El decimotercer puesto seguro que le supo a poco, a muy poco.