Martín, cómo no, lidera un velocísimo triplete español en Austin (EEUU)

Estados Unidos, Texas, Austin, circuito de Las Américas, trazado de Cota, tercer gran premio de la temporada, un montón de pilotos, de campeones, de candidatos, de favoritos buscando el mejor crono, la 'pole position' hoy mismo, el triunfo esta noche en la carrera al 'sprint' y mañana la consagración en el GP y, cómo no, aparece, o sigue, o se mantiene, el más veloz de siempre, el más rápido a una vuelta, el madrileño Jorge Martín, que, desde su posición de piloto estrella del 'team' privado y satélite de Ducati, busca sentarse algún día, el año que viene (o dejará plantada a la fábrica de Borgo Panigale), en la silla de al lado del bicampeón italiano 'Pecco' Bagnaia.

Sí, en una primera jornada frenética, como todas las que se celebrarán este año, 'Martinator', después de que Maverick Viñales (Aprilia) alargarse por la mañana su estelar comportamiento en Portimao (Portugal), logrando el mejor crono del debut en EEUU (2.03.294 minutos), aún lejos del récord de Bagnaia, del 2023, con 2.01.892, rompió esa barrera y la pulverizó parando el crono en 2.01.397, convirtiéndose, de nuevo, en el piloto más veloz de la parrilla ya desde la primera jornada.

Principal favorito

"Me siento cómodo, me siento bien, la moto funciona y espero pelear por el triunfo el sábado y el domingo, cosa que no pude hacer, el pasado año, cuando corrí con fiebre y muy, muy, afectado por los antibióticos", comentó 'Martinator', muy feliz y sonriente como siempre. "Veo que Maverick sigue en gran forma, pero no descarto que tanto 'Pecco' (Bagnaia) como Marc (Márquez) peleen, ya mañana (sábado) por la victoria. Aún debemos mejorar un poquito para sentirnos más seguro en la salida de la carrera al 'sprint'".

Y es que Viñales, a quien su Aprilia dejó tirado en Portimao (Portugal), el domingo, tras ganar el sábado, al romperse el cambio de velocidades de su moto, se mostró ayer en una gran forma, bueno, continuó estando en un gran momento y acabó segundo, a solo 0.076 segundos del circunstancial 'poleman'. Y es que sus otros tres perseguidores, Márquez, Bagnaia y un prodigioso (ya no es nuevo) Pedro Acosta, acabaron, sí, en tercera, cuarta y quinta posición, pero ya a casi medio segundo, lo que es mucho, sí. Mejorable, hoy, sábado, pero a mucha distancia de Martín y Viñales.

"Estamos en la lucha, en la pelea, estamos con los de delante, esperando y deseando, como me ha prometido Aprilia, que reconoció que la rotura del cambio fue un error humano de montaje, que mi moto aguante, esta vez sí, toda la carrera", declaró Viñales. "Es solo viernes, pero me he sentido bien, muy bien, y las vueltas salen, sino cómodas porque este es un trazado largo, extraño, duro, sube y baja, muy, muy físico, sí con regularidad".

Quien después de un primer ensayo irregular, raro, retorcido, liado, estaba contento, muy satisfecho y no solo por ese tercer puesto, era Marc Márquez, el rey de las Américas, ganador siete veces en Cota. "Sabía que aquí podía tener problemas el primer día, porque este es un circuito de izquierdas, que me gusta mucho, en el que siempre me he sentido bien, pero donde, tal vez, como así ha ocurrido, no podría contar con la enorme facilidad que tenía al manejar mi Honda y era la ventaja en las curvas, que aquí son un montón, 'stop-and-go' (frenar y acelerar), cosa que con la Ducati hay que hacer de otra manera, con otro estilo de pilotaje y hasta que le he encontrado el truco, me ha costado. Ya se sabe que la moto perfecta no existe, unas tienen unas ventaja y otras, otras".

"La moto perfecta no existe. Como mi Honda, aquí, iba de maravilla en las curvas de 'stop-and-go', frenar y acelerar, pero con la Ducati he tenido que cambiar mi aproximación al giro hasta encontrar el truco"

Marc Márquez

— Piloto del equipo Gresini Racing Team Ducati

Y que decir del 'Tiburón de Mazarrón', prodigioso, de nuevo, en su aproximación con una potente, pesado y grandota GasGas a Las Américas. Siempre, siempre, ha estado delante y siempre, siempre, haciendo bailar a su KTM, disfrazada de GasGas. Y como baila, como bailaba MM93 en su debut en el 2013 con la Honda, Acosta ha vuelto a protagonizar otra 'salvada' de película, aunque algún día no podrá y, tal vez, se haga daño.

"Muy contento, mucho, mucho, aunque sufrimos en las curvas rápidas, pero tenemos algún truco para resolver ese problema o eso espero", explicó Acosta, que reconoció que el circuito es estupendo, muy divertido, "muy físico", pero "no tan complicado como me habían dicho pilotando la MotoGP. Malasia, por ejemplo, me parece más complejo que Austin, sí, así que vamos a pelear por meternos en las dos primeras filas de la parrilla, cosa vital en todos los grandes premios".