Hace casi dos años, en Neomotor acudíamos a Málaga para conocer la renovación del GLB, un turismo compacto que ofrece la opción de disponer de siete plazas. Ahora le toca el turno a su versión electrificada, el EQB, un vehículo familiar con una autonomía de hasta 419 kilómetros, pero en esta ocasión nos fuimos al sur de Alemania, a Stuttgart, con una ruta por carreteras secundarias, en la que atravesábamos numerosas aldeas y con multitud de radares, hasta 36 en 141 kilómetros de recorrido.

La tercera versión eléctrica de Mercedes no presenta, a simple vista, destacados cambios con respecto a la versión con motores térmicos, aunque si prestamos un poco de atención, podemos encontrarnos con una parrilla delantera más ciega. Es un vehículo que mantiene unas líneas cuadradas, que de serie mantiene las cinco plazas, y con un interior con gran espacio y habitabilidad. En la versión de siete plazas, las dos últimas plazas están dirigidas a niños o adolescentes que no superen el 1,65 de alto.

Un dato importante es la capacidad del maletero, 495 litros en la versión de cinco puertas, reduciéndose en treinta litros si incorporamos las dos plazas extras. Este es un dato a tener en cuenta ya que, en otros vehículos, esas dos plazas añadidas sí menguan de forma considerable la capacidad del maletero. En lo que a dimensiones se refiere, crece mínimamente con respecto a la versión térmica, manteniendo esa sensación de fortaleza y, al mismo tiempo de amplitud.

En lo que a motorizaciones se refiere, de salida el nuevo EQB presenta las variantes EQB 300 4MATIC, con una potencia de 168 kW y el EQB 350 4MATIC con una potencia de 215 kW. La autonomía en ambos casos es de 419 kilómetros según el ciclo WLTP. Más adelante les seguirán otras variantes, entre ellas, una versión con una autonomía especialmente alta, para poder satisfacer las expectativas específicas de los clientes. El EQB utiliza una batería de iones de litio con elevada densidad energética, y está dispuesta por debajo del habitáculo, en el centro del vehículo. La batería del EQB puede cargarse confortablemente en el propio domicilio o en estaciones de carga públicas con una potencia de carga de hasta 11 kW. Para ello se emplea el cargador de a bordo, que convierte la corriente alterna (CA) en corriente continua (CC). El tiempo necesario para una recarga completa depende de la infraestructura disponible, pero en una estación con máxima potencia es de 32 minutos para pasar del 10 al 80%.

El recorrido que nos propuso Mercedes-Benz por los alrededores de Stuttgart nos permitió sacarle el mejor rendimiento del vehículo. Lo primero que detectamos al ponernos al volante del EQB, es que estamos ante un vehículo con un acabado perfecto, y con una calidad de los materiales muy exigente, siempre acorde con lo que se puede esperar de la marca. Un detalle que nos llamó la atención es el nuevo sistema de infoentretenimiento y, en especial, el navegador. Mercedes ha dado un paso más en su diseño, y cuando llegamos a un cruce, el sistema nos ofrece una imagen en vivo desde la cámara frontal, con unas flechas que nos indica hacia donde tenemos que girar. No cabe duda de que es un avance realmente importante. Y todo ello con su reflejo en el head-up display, en donde también tenemos la información de la velocidad y de las señales de tráfico.

Otro sistema importante que incorpora el nuevo Mercedes-Benz EQB es el asistente de frenada, que hace que prácticamente no tengamos que usar el freno, ya que al detectar un vehículo ajusta su velocidad, reanudando la marcha cuando el de delante lo hace. Un paso más en el camino hacia la conducción autónoma. Un sistema que nos ayuda a mantener un alto nivel de autonomía, ya que, al no circular con altas velocidades, por un lado, y aprovechar la regeneración de la frenada, el consumo es muy bajo. Su condición de eléctrico nos permite obtener toda la potencia de salida cuando la necesitamos, con una conducción silenciosa ayudada por un diseño del vehículo que ofrece un ajustado coeficiente aerodinámico.

Un vehículo familiar que se ajusta a la perfección a las necesidades de las nuevas familias, que buscan un vehículo que permita diferentes opciones pero que, sobre todo, se ajuste a los nuevos tiempos en los que hay que proteger el medioambiente.