Si bien es cierto que València se encuentra lejos del nivel de turistificación de ciudades como Barcelona o Madrid, el vecindario de la capital del Túria no hace más que ver cómo el número de pisos turísticos se incrementa en sus barrios, al tiempo que la oferta de vivienda de alquiler para los que residen en ellos no deja de menguar. Actualmente, son ya 11.138 los pisos turísticos en la ciudad de València, casi cuatro mil viviendas más de las destinadas al uso residencial (y el doble de lo que dicen las cifras oficiales), según los datos de la plataforma DataHippo, que aglutina el total de las plataformas de alquiler de vivienda turística que opera en la ciudad.
En concreto, según el Plan Estratégico de Vivienda para la Ciudad de València, en 2017 se registraron 7.523 viviendas dedicadas al alquiler residencial, cuando en 2014 el número ascendía a las 22.358, lo que supone una diferencia de casi 15.000 vivienda menos en solo tres años, casi el mismo número de hogares ofertados actualmente para el turismo. Se trata de cifras que explicarían, de forma tangible, la desaparición de oferta habitacional en las zonas céntricas de la ciudad en pro del turismo y que propicia que el vecindario residente en estos barrios, no pudiendo hacer frente a la subida del alquiler (entre junio de 2014 y enero de 2017 el número de viviendas asequibles ofertadas en el portal inmobiliario Idealista, de hasta 600 euros, se ha reducido en un 79 %), se vea obligado a migrar a las zonas periféricas de la capital del Túria, reservando el espacio central para aquellos que puedan desembolsar 200 euros por una semana en la ciudad.
Estas cifras ponen blanco sobre negro en la gentrificación sufrida en la ciudad que tanto tiempo vienen denunciando las vecinas y los vecinos de distritos como Ciutat Vella, Poblats Marítims o de l'Eixample. De hecho, son estos tres los distritos más turísticamente saturados. En especial Ciutat Vella, con 2.569 pisos en alquiler destinados al turismo, especialmente en los barrios del Carme y el Mercat, con 450 pisos turísticos cada uno.
No obstante, es el barrio de Russafa el que ostenta un mayor número de viviendas destinadas al alquiler turístico. En concreto, 942. El barrio portuario de Cabanyal-Canyamelar sería el segundo. Pese a ser uno de los barrios que más abandono ha sufrido en los últimos años por parte de la administración pública, los problemas de convivencia y haber estado a punto de ser destruido por la ampliación de la avenida Blasco Ibáñez, en los últimos años, el Cabanyal se ha ido convirtiendo en epicentro de la oferta turística. Hasta el punto de guardar entre sus calles hasta 898 pisos destinados a turistas, al tiempo que las familias que allí residían durante años siguen sufriendo los desahucios de la especulación urbanística, que prioriza la rehabilitación de sus viviendas para, más tarde, destinarlas al turismo y, con ello, incrementar sus beneficios mientras la emergencia habitacional persiste en su crecimiento.
Desde el Ayuntamiento de València, no obstante, son prudentes y destacan que el crecimiento del número de apartamentos turísticos, aunque tenga indudables efectos sobre el alquiler residencial en las zonas turísticas de la ciudad, «difícilmente puede explicar la desaparición de la oferta asequible en el conjunto de la ciudad de València, por lo que la búsqueda de causas y soluciones no puede limitarse al factor turismo».
No obstante, los distritos propiamente residenciales, como lo son Camins al Grau, Quatre Carreres, la Saidïa, Algiròs o l'Olivereta empiezan a notar también los efectos del turismo. Son los siguientes en la lista con mayor oferta turística. En concreto, Camins al Grau ofertaría un total de 877 pisos turísticos, aglutinando la mayoría en Aiora, con 315 viviendas. En segundo lugar estaría Quatre Carreres, con 735 pisos turísticos, 235 de ellos en Mont-Olivet. En el caso de la Saidïa (con 506 pisos turísticos), es el barrio de Morvedre el que mayor oferta a turistas aglutinaría, con 196 viviendas. El barrio de Ciutat Jardí, por su parte, sería el que más vivienda turística ofertaría en el distrito de Algiròs (435), con 196 pisos únicamente para turistas. Y en el caso de l'Olivereta (con 310 pisos), sería el barrio de Nou Moles el que mayor oferta turística daría a quienes eligen València como destino vacacional. En concreto, 198 pisos turísticos.
Por contra, son los Poblats del Nord y de l'Oest aquellos con una menor oferta turística, con 17 y 35 pisos turísticos respectivamente.
