Hay remedios que por muy extraños que parezcan funcionan. La mayoría de ellos forman parte de la tradición popular y rivalizan con la razón y hasta con el sentido común. Nuestras abuelas crecieron y educaron a sus hijos aplicando muchos de estos remedios populares cuando faltaban otras alternativas.
Y es que aunque muchos piensen que los remedios tradicionales tienen más de placebo que de efectivo, la realidad es que muchos de ellos tienen cierta base científica y es justo por eso que funcionan. Este el es caso del remedio que muchas abuelas ponían en práctica cuando se iban a dormir tras una jornada agotadora. Entonces no había paracetamol ni soluciones farmacológicas para tratar las agujetas o la inflamación. Había que aplicar 'otras' y es ahí donde entra en juego el conocimiento ancestral y el uso del laurel.
Sí, el laurel. Esta hoja (usada desde hace miles de años y que muchos piensan que solo sirve para condimentar algunos platos) está repleta de beneficios y uno de ellos es precisamente el tratamiento de inflamaciones y dolores musculares. Hoy en día existen aceites esenciales y cremas que usan el principio activo del laurel y otras plantas como base de sus formulaciones. ¿Quién no ha recurrido al aceite de romero o al alcohol de romero como base de una relajante masaje?
Sin embargo, hace años no existían estos aceites o no eran tan fácilmente accesibles como ahora. Pero aún así existían formas de conseguir aprovechar todas sus ventajas.
Una de ellas es utilizar tisanas o infusiones de laurel, que además de desinflamar ayuda a conciliar el sueño. Las hojas secas del laurel pueden proteger el cuerpo de los radicales libres y los microorganismos dañinos. Además, el laurel también es famoso por otras excelentes propiedades, incluyendo vitamina C y ácido cafeico (que reduce el colesterol malo).
Sin embargo, el laurel también se puede usar de otras maneras. Por ejemplo, las hojas de esta excepcional hierba aromática se pueden aplicar directamente en las zonas más afectadas por el dolor y las molestias , con el fin de que los síntomas sean mucho menos incapacitantes en el caso de tener la piernas cansadas, dolor articular, agujetas o inflamación muscular.
Una hoja de laurel seca en tus calcetines
La piel es el órgano más grande del cuerpo y aunque no lo parezca y pensemos que es impermeable, la realidad es que puede utilizarse como vía para tratar enfermedades. Solo por poner un ejemplo, todos aquellos que experimenten dolor en las rodillas y piernas (sobre todo por la mañana) pueden probar a ponerse una hoja de laurel seca en los calcetines, en el talón. Una vez que se inserta la hoja, se levanta el calcetín y se deja la hoja en el talón durante la noche. Gracias a todos los beneficios que puede aportar el laurel, por la mañana te darás cuenta fácilmente de cómo el dolor en tus rodillas y piernas será menos intenso y te permitirá realizar las actividades diarias con normalidad. Los resultados han sido realmente satisfactorios.
Esta mejoría tiene explicación. La hoja de laurel está llena de aceites esenciales. En contacto con la piel y con ayuda del calor corporal, estos principios activos se absorben por la piel
